Una fundación recuperará la conocida como mezquita de Antequera, única rural de Andalucía y declara Bien de Interés Cultural en el año 2009 por la Junta de Andalucía. Este espacio, cuyas dimensiones sorprendieron desde el principio a los investigadores hace años, está en unos terrenos privados situados a unos 24 kilómetros de Antequera, estratégicamente cerca de Campillos, Sierra de Yeguas y Fuente de Piedra, en pleno centro de Andalucía.

El monumento ha estado durante años camuflado como un antiguo cortijo y fue descubierto de manera casual en 1982. Prácticamente desde entonces se ha ido deteriorando hasta encontrarse en un estado de abandono que preocupa a sus propietarios, que ahora afrontan con ilusión el proyecto de recuperar la que, por los siglos X y XI, fue una de las mezquitas de mayores dimensiones de Al Andalus. «La fundación llamada Facna está ya lista y hemos pedido presupuesto para la limpieza del lugar, quitar la broza y permitir después que se pueda investigar porque hay muchas cosas que explicar y descubrir de este lugar único», explica Trinidad Torreblanca, una de las propietarias del monumental inmueble y fundadora de Facna.

Las incógnitas sobre este espacio han despertado ya el interés de arqueólogos del lugar y también de expertos del ente autonómico, que ya en 2006 realizaron varios estudios y una publicación sobre los orígenes de esta mezquita rural, que formaría parte de una ciudad que nunca llegó a materializarse. «Todo apunta a que se trata de una mezquita fundacional, es decir, en torno a ella se quería construir una ciudad, especialmente porque está en un cruce de caminos», explica una de las arquitectas del equipo de Granada que redactará el proyecto, Elena Rivas, y que además han realizado un vídeo de presentación donde se hace una reconstrucción virtual de cómo sería la mezquita en su origen.

El asentamiento en su totalidad lo forman una mezquita, su patio y un potente muro rodeando todo el perímetro. Así, la mezquita ocuparía unos 840 metros cuadrados y está datada entre los siglos X y XI, aunque posteriormente fue transformada en vivienda de uso agrario. La mezquita mide en su conjunto 841 metros cuadrados y está formada por una sala de oración de 29 por 16 metros y de un patio de 29 por 13 metros, que tendría una capacidad de hasta 700 personas.

A pesar de su estado de deterioro, aún se mantienen muros de sillares de piedra de más de cuatro metros de altura y varios arcos de herradura totalmente íntegros y especialmente en lo que podría considerarse el acceso al haram. Este último espacio destaca por tener grandes naves separadas por pilares cuyos muros aún conservan los contrafuertes, de 40 ó 50 centímetros de ancho.

Proyecto de conservación

Los trabajos de limpieza comenzarán en los primeros meses del próximo año 2014, al igual que el proyecto de conservación que requerirá de varias fases importantes y muy costosas pero que esperan poder ir ejecutando. «Hay que limpiar y después fijar lo que hay para evitar que siga deteriorándose y desprendiéndose y después dejar que se intervenga en la zona para investigar y conocer más detalles del inmueble», asegura Rivas.

El sueño de los familiares propietarios de la mezquita es poner en valor este espacio y para ello se han puesto en contacto con la Universidad de Málaga, a la espera de una posible colaboración para desarrollar las investigaciones. Del mismo modo, desde la Delegación de Cultura de Málaga han mostrado su apoyo a que se comiencen a despejar los secretos hasta ahora escondidos de la que sería la única mezquita rural de Andalucía.

Preocupación por su estado de deterioro

El monumento ha estado durante años camuflado como un antiguo cortijo y fue descubierto de manera casual en 1982. Prácticamente desde entonces se ha ido deteriorando hasta encontrarse en un estado de abandono que preocupa a sus propietarios que afrontan con ilusión el proyecto de recuperarlo.

Descubrimiento casual de un edificio único en Andalucía

Fue en 1982 cuando Carlos Gozalbes Cravioto buscaba un yacimiento romano en Antequera para la publicación de un libro y encontró la conocida como Mezquita de Antequera. entonces el hallazgo fue calificado como «el descubrimiento más importante de la arqueología medieval en los últimos 50 años». Así, en plena Vega de Antequera, había un antiguo cortijo deshabitado que escondía una joya de los siglos X y XI, la que es hasta el momento la mezquita rural más importante y grande de España. El asentamiento está constituido por una mezquita, su patio y un muro rodeando todo el perímetro. Contaría, según los estudios realizados en 2008, con una capacidad para unas 700 personas. Destacan las tres naves, separadas por pilares, cuyos muros aún conservan los contrafuertes y los arcos de herradura.