­Torrox, que desde hace tres décadas presume de su lema turístico del Mejor Clima de Europa, verificado de forma científica, va a poder sacar también pecho en el apartado del «uso democrático» de cada palmo de arena: durante la inminente campaña estival se convertirá en el primer y único municipio de la provincia de Málaga que prohíbe reservar zonas de playa dedicadas al baño con sombrillas o toallas. Una práctica que se había extendido y que en temporada alta condicionaba el disfrute del litoral de numerosas familias.

La imagen de encontrar en playas como Ferrara un decorado saturado de sombrillas y sillas plegadas sin rastro de sus propietarios, pasadas las diez de la mañana, pasará a la historia. Los empleados municipales, avalados por la propuesta que acaba de desbloquear el gobierno socialista de la localidad axárquica, podrán retirar todos esos útiles de baño e imponer después el pago de una sanción para las personas que quieran recuperar sus pertenencias.

La propuesta de modificar la ordenanza de uso de las playas partió de la propia ciudadanía y del testimonio de agentes policiales que incluso tuvieron que actuar el año pasado a raíz de las peleas que empezaron a repetirse con cierta frecuencia. Ni una familia ni dos habían tomado la justicia por su mano y habían retirado sillas y sombrillas para ocupar al menos un palmo de playa en zonas más saturadas en agosto, como la mencionada playa de Ferrara.

«Ahora o se queda el abuelo a las diez de la mañana en la playa, leyendo el periódico o haciendo lo que sea, o no hay sombrillita que valga», bromeaba este pasado viernes Arturo Jiménez, un joven cordobés que posee desde hace tres años un apartamento en El Morche. Aunque tanto el sector turístico como los propios bañistas son en su inmensa mayoría partidarios de la medida, resulta curioso que en el resto de la Costa del Sol ningún otro municipio tenga hoy por hoy en su agenda, o haya tenido en el último año, un proyecto similar.

También llama la atención que el usuario de playa desconoce mayoritariamente algunas de las normativas vigentes en cuando al uso y disfrute de las zonas dedicadas al baño. En la capital, por ejemplo, se aprobó en 2004 una normativa que contempla sanciones de hasta 3.000 euros. Desde entonces no se puede jugar al fútbol o a las palas a menos de seis metros de las personas ajenas a estas actividades, pero además se prohíbe el uso de «cualquier elemento estable para ocupar espacio en la arena a modo de acampada».

Antecedentes fuera de Málaga

Las estampas que muy pronto se podrán ver en Torrox ya fueron una realidad, en agosto de 2013, en la localidad granadina de Salobreña, a raíz de la puesta en marcha de una normativa similar para que los bañistas no reservaran la arena con sombrillas a primera hora.

En Torrevieja (Alicante) dicha infracción se tipifica desde el pasado verano como leve, con posibles sanciones de 150 a 750 euros. Y mucho antes, allá por el año 2010, la capital valenciana ya aprobó una modificación similar en la ordenanza de uso del litoral, con intervención policial pero sin multa: «Queda prohibido dejar instalados los elementos, siempre que no se encuentren presentes sus propietarios, por el sólo hecho de tener reservado un lugar en la playa».