­En el año 2005 el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) rompió durante unas obras el acuífero que abastecía al Valle de Abdalajís. Desde entonces los actos reivindicativos han sido continuos. Aún así el ente público dependiente del Ministerio de Fomento tiene asuntos pendientes con el municipio. En este sentido, Adif se comprometió en 2007 a hacerse cargo del suministro de agua de los cerca de 3.000 vecinos. Todavía quedan por hacer las obras de los Pozos Altos que el ente público prometio comenzar este mes de septiembre, pero aún no han puesto la primera piedra. Por ello, el alcalde del Valle de Abdalajís, Víctor Castillo (PP), anunció que iniciará protestas si Adif no inicia los trabajos.

«Adif se comprometió en el mes de julio, pero yo no confío en ellos, porque no es la primera vez que me engañan. Hasta que no vea las maquinas trabajando no me lo creo, mejor dicho hasta que no llegue el agua al municipio. Porque son tantas promesas incumplidas», expuso el munícipe.

Por su parte, la Plataforma Pro- Manantiales puso de relieve que el ente dependiente del Ministerio de Fomento «se la ha saltado a la torera el convenio firmado con el Ayuntamiento. Eso se firmó con luz y taquígrafo en el Palacio de la Aduana y parece que no vale».

De otro lado, critican que la Junta de Andalucía no «quiere crear alarma social» respecto a la potabilidad del agua, que según un estudio de la Universidad de Almería contiene «sulfato de trietilo», que según miembros de la Plataforma es «cancerígeno» y la pedanía de Las Fresnedas «la están bebiendo porque aún no hemos recibido respuesta de la Junta de si el agua se puede beber o no».

De otro lado, los vecinos continúan con los cortes de agua de unas 12 horas al día. Hace un mes se quemó la bomba de los pozos «porque según los técnicos no para de trabajar, de echar agua y no descansa. Es normal que se haya quemado», según el munícipe, que prevé que en dos semanas cesen los cortes.