­Los olivareros malagueños, que vivieron el pasado año una de las campañas de aceituna de molino más fructíferas de la historia (80 millones de kilogramos), se enfrentan desde la pasada semana a una recolección nada halagüeña. La producción caerá un 31,25 por ciento esta campaña. Esas son las previsiones de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Málaga (Asaja), que estima la producción en 55 millones de kilos, mientras el aforo de la Junta de Andalucía se presenta menos positivo, con algo menos de 50 millones de kilogramos.

Málaga ocupa el cuarto lugar en Andalucía en la caída de producción, detrás de Jaén, Granada y Córdoba. Por ello, a pesar de estar las previsiones de recolección por los suelos, el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido, resaltó que la provincia se encuentra en una posición más favorable: «El que no tiene aceitunas llora con los dos ojos, pero el que tiene una cosecha media está con cierta esperanza: no estamos tan mal como en otras provincias».

La recogida de la aceituna de almazara comenzó la pasada semana, con un poco de retraso que ha beneficiado al campo: «Al no estar el fruto todavía bien formado por una situación de sequía prolongada, ha mejorado un poco la producción», destacó Bellido.

La provincia cuenta con 130.000 hectáreas de olivar, concentrándose la mayor cantidad de terreno (60 por ciento) y producción (80 por ciento) en la comarca de Antequera, con la variedad hojiblanca, distribuyéndose el resto entre Valle del Guadalhorce, Axarquía y Ronda.

Uno de los principales motivos de la caída de la producción es el fenómeno conocido como vecería, que se produce en la variedad de aceituna más abundante en la provincia, la hojiblanca. Este fenómeno se caracteriza por dar muchos frutos un año y poco o ninguno al siguiente. Este año 2014 ha resultado ser el año malo. «Esta variedad tiene unos dientes de sierra. Un año produce mucho y otro menos, por lo que nunca se repite cosecha. Cada cosecha es diferente», indicó el presidente de Asaja Málaga, quien suma la sequía como tropiezo en la producción de esta campaña, aunque «en menor intensidad».

La meteorología también ha afectado a la comarca de Guadalhorce, ya que los golpes de calor dañaron la cosecha en primavera «durante la floración, por lo que se verá más afectada este año», expuso.

A pesar de la caída en la comparativa de hace diez años la evolución ha ido al alza. Si hace una década la media anual era de 45 millones de kilos, ahora se sitúa en los 60 millones de kilogramos. Otro aspecto positivo es el precio. Sólo hay que fijar las miradas en el kilogramo de aceite que ronda los 3 euros, lo cual se traduce en unos 42 céntimos por kilogramo de aceituna.

A pesar de ello, el precio de la aceituna dependerá de su contenido de aceite, que este año es mejor que el anterior. Bellido señaló que «si el pasado año con 6 kilogramos se producía un kilo de aceite, esta campaña se necesitan sólo 5 kilogramos». Las variedades con más rendimiento son la arbequina, seguida de la picual, hojiblanca, verdial y aloreña.

Unos 23.000 olivareros despliegan sus tierras en la provincia. De ellos, 12.000 pertenecen a la mayor comercializadora mundial de aceite de oliva, Dcoop, antigua Hojiblanca. El grupo prevé este año una caída de producción de un 40%, con 39,4 millones de kilos.

El responsable de relaciones corporativas de Dcoop, Esteban Carneros, insistió que «el olivo está agotado, debido al cosechón del año pasado», mostrando la esperanza de que el precio del aceite se mantenga y aumente el precio de kilogramos de aceitunas.