­Dentro de unos meses concluirá la temporada de caza en la comarca de Antequera y la protectora de animales teme por el abandono de podencos o galgos que participan en la práctica cinegética. En Antequera un 30 por ciento de los animales que son abandonados en la ciudad son podencos.

«Muchos de ellos tienen chip, pero, a pesar de ello, no encontramos a sus dueños. Aparecen deshidratados, muy delgados y llevando días sin comer. Los utilizan para la caza y cuando terminan con ellos los abandonan», critica el adiestrador y voluntario de Arca del Torcal, Eduardo Hernández.

Asimismo, la vicepresidenta de Arca del Torcal, Matilde de Talavera, destaca el llamativo aumento de esta práctica. Además, De Talavera indica la dificultad de dar en adopción a los podencos como mascotas «porque son perros muy inquietos y en muchas ocasiones no son bien recibidos».

Una opinión muy contraria tiene la Federación Andalucía de Caza. El delegado provincial, Pedro Acedo, lamenta que siempre se les culpe a los cazadores de esta práctica: «Eso nos duele porque a nuestros perros los cuidamos con mucho cariño. Se puede perder alguno y puede que algún cazador abandone a sus animales, pero no se puede generalizar. No todos somos iguales».

Asimismo, Acedo destaca que los perros de caza «tienen crías y se pueden comprar en cualquier pajarería. La gente los compra y luego, como tienen mucho genio y carácter, se hartan de ellos».