­La mujer asesinada presuntamente por su pareja en Alhaurín de la Torre el domingo por la tarde no había presentado denuncias por malos tratos, pero su entorno asegura que había problemas en la relación y que incluso ella había confesado en una ocasión que él le había pegado. Davinia, de 30 años, fue estrangulada por su agresor, Francisco, de 48 años, con el que mantenía una relación desde hacía más de seis años. Éste posteriormente se ahorcó con una correa, según confirmó ayer la autopsia.

La pareja, ambos de nacionalidad española, aunque él había nacido en Marruecos, residía en una vivienda de alquiler de la avenida de las Américas, en el polígono Paredillas, desde hacía tres años, después de trasladar su residencia desde el barrio malagueño de Miraflores de los Ángeles y en los últimos tiempos, según fuentes cercanas al caso, las discusiones en la pareja se habían intensificado debido a los problemas económicos por los que atravesaban, lo que pudo desembocar en el trágico suceso del domingo. De hecho, la hija de ambos, de 6 años, estaba con su abuela paterna cuando ocurrieron los hechos para alejarla del «mal ambiente» que había en su casa. «Vivían últimamente muy tensos. Ella nos contaba que mandaba a la niña con su suegra y su cuñado los fines de semana para que no estuviera todo el día en la casa respirando ese ambiente hostil», explicaba ayer una de las amigas de la fallecida.

El entorno de la joven aseguró que la víctima estaba sometida a un control extremo por parte de su pareja, que se dedicaba a arreglar electrodomésticos, pero que últimamente no tenía mucho trabajo. Lo calificaron como una persona fría y distante. «Ella se relacionaba muy poco con la gente. Llevaba viviendo tres años en Alhaurín y solo tenía contacto con nosotras, que también tenemos niños en el colegio donde estudia su hija de seis años. El novio siempre la traía en coche y la recogía y no la dejaba sola nunca», apuntó Susana Ibáñez, amiga de la fallecida.

Según aseguraron personas cercanas a Davinia, el presunto autor de los hechos controlaba a su novia en todo momento y ni tan siquiera le permitía un móvil con whatsapp para que pudiera comunicarse. Sus amigas afirmaron que la víctima se sentía agobiada y lo expresaba en muchas ocasiones. «Hace dos años le pegó y ella no quiso denunciarlo porque decía que era algo excepcional. Estaba sumisa y dependía emocionalmente de él. Siempre andaba nerviosa si la niña tardaba en salir del colegio porque le daba miedo que él se enfadara», comentó Pilar Ramírez, otra de sus amigas.

«Yo le dije en una ocasión que se separara porque ni tan siquiera estaban casados pero no me hizo caso. Decía sentirse muy sola y no sabía cómo salir adelante», señaló Pilar. El grupo de amigas indicó que la víctima llevaba nueve años distanciada de su madre, que vive en Miraflores de los Ángeles. «La semana pasada la llamó la madre para intentar un acercamiento con ella y quedaron en hablar esta misma semana», aseveró Susana.

El crimen de Alhaurín de la Torre es el segundo con víctimas que se registra en la provincia en lo que va de año. La primera fallecida a manos de su pareja se registró en febrero, cuando un hombre de nacionalidad lituana mató, presuntamente, a su mujer en un hotel de Ronda. Ambo casos son los únicos contabilizados hasta el momento en la comunidad andaluza.

La víctima fue encontrada junto al cadáver de su pareja por unos familiares, que acudieron el domingo por la tarde a la vivienda que compartían, alertados por la ausencia de noticias. Los servicios de emergencias, avisados de inmediato, no pudieron hacer otra cosa que certificar la muerte de ambos.

Según todas las fuentes consultadas, la mujer fallecida no había interpuesto ningún tipo de denuncias por malos tratos. Tampoco habría acudido al Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) o al Centro Municipal de Información a la Mujer (CMIM) para denunciar posibles abusos.

Este nuevo caso de violencia doméstica provocó ayer el rechazo de todas las instituciones. A las palabras del subdelegado del Gobierno, Jorge Hernández Mollar, quien condenó los hechos, hay que sumar las repulsas por parte del Instituto Andaluz de la Mujer. Su directora, Carmen Cuello, expresó su más rotunda condena ante este nuevo caso de violencia de género. Así, reseñó que «un asesinato machista es la manifestación más extrema de la violencia de género y el machismo que la sustenta». También rogó a toda la ciudadanía que «exprese su rechazo no sólo a la violencia de género, sino también al machismo y la desigualdad hacia las mujeres». La coordinadora provincial del IAM, Estefanía Martín Palop, se sumó a la condena y repulsa.

Por su parte, el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, convocó a mediodía una concentración para mostrar sus condolencias. «Hay que erradicar este tipo de hechos execrables de nuestra sociedad. Animo a denunciar posibles casos y a usar los Servicios Municipales de apoyo a las víctimas de género», apuntó el alcalde de la ciudad, Joaquín Villanova. Asimismo, el regidor quiso ofrecer a los familiares de los fallecidos toda la ayuda psicológica y el apoyo necesario, sobre todo, para atender a la menor.

El presidente del PP-A, Juanma Moreno, igualmente, mostró su repulsa ante lo acontecido y dijo que la lucha contra la violencia machista es un «frente que debe unirnos a todos».

Para este martes, se ha convocado un minuto de silencio a las 12.00 horas en la puerta del IAM.