­La lejanía de algunos municipios de la comarca del Guadalhorce al centro de salud o al hospital más cercano lleva a los ayuntamientos a sufragar servicios sanitarios con fondos municipales. Es el caso de Yunquera, que contrata una enfermera los fines de semana para atender los casos menos graves.

Este municipio cuenta con un centro de salud abierto por las mañanas de lunes a viernes. Para el resto de servicios de urgencias dependen de Alozaina. «La enfermera hace más o menos labores de cura. Lo hacemos para evitar que los vecinos tengan que ir al ambulatorio de Alozaina», explicó el alcalde de Yunquera, José Antonio Víquez (PP), quien califica la situación de «desastre total».

La contratación de la enfermera cuesta a las arcas municipales 19.200 euros al año. Pero este no es el único gasto. Desde hace años ofrecen un servicio de taxi para el desplazamiento de los vecinos por urgencias o a modo de ambulancia de traslado.

«Cuando tienen que hacerse radiografías o cualquier otra prueba van a Alozaina y como no hay autobús les ponemos un taxi. También por las urgencias, porque si tienes suerte y está libre la ambulancia, bien pero si no, hay que coger un coche al hospital y si no tienen coche le ponemos el taxi», señaló el regidor, quien hizo hincapié en la importancia de que «unos minutos pueden salvar la vida de una persona». Por el servicio de taxi Yunquera gasta unos 6.000 euros anuales.

Por su parte, el Ayuntamiento de Ardales contrata desde hace años a un médico los fines de semana que le cuesta al pueblo 50.000 euros al año. La alcaldesa, María del Mar González (PSOE), recordó los 20 minutos que tardó una ambulancia para atender a un vecino que había sufrido un infarto.

«Vamos a tomar medidas para que podamos contar con un punto de urgencia en Ardales por su población», concluye.