­La luz, los colores, los campos de olivos, la gente, la historia o la gastronomía de Alozaina, quién sabe, inspira a artistas que durante este fin de semana exponen sus obras en la llamada I Ruta del Arte y Artesanía de Alozaina.

Un total de dieciséis artistas y artesanos, en su mayoría extranjeros, afincados en la tierra de María Sagredo, se han unido durante tres días para enseñar sus obras. La idea surgió de tres mujeres afincadas en Alozaina: Alloa Patria, Akasha e Isabel de las Nieves, con el objetivo de «conocernos más entre nosotros, conocer nuestro arte y de que otros puedan conocer nuestras obras», comenta Isabel.

Los artistas exponen este fin de semana una pequeña representación de sus obras en la sala de exposiciones del Aula de Cultura del Ayuntamiento de Alozaina, a modo de aperitivo. «Aquí se le entrega a cada visitante un mapa para que pueda recorrer los distintos talleres y zonas expositivas de los artistas y artesanos que participan en esta primera muestra», explica De las Nieves.

Aquellos visitantes que sellen su mapa en diez talleres distintos podrán participar en el sorteo de una obra de arte que han donado los artistas con el fin de hacer este itinerario cultural más atractivo para los visitantes.

El visitante tiene así la oportunidad de ver al creador en su propia casa o taller encontrándose cara a cara con el pintor, el ceramista, el alfarero, el escultor o el vidriero, quien le explicará su técnica, estilo, inspiración, el sentido y el sentimiento de su obra a través del contacto directo.

Una exposición directa y personal en la que el visitante entra en el espacio más íntimo del creador, participando, si así se desea, en el conocimiento de las técnicas, de la expresión artística y de la personalidad de cada uno de los virtuosos.

El sentir del creador

«Con ésta muestra todos los artistas queremos enseñar las obras que solemos exponer y también aquellas que nunca llegarán a una exhibición. No porque sean mediocres o poco interesantes, sino porque el autor se las queda para él porque son obras íntimas, internas, profundas y muy personales» explica la organizadora.

La música, por ejemplo, es la inspiración del irlandés Dermont McQuillan: «Llevo aquí doce años inspirándome en el jazz, mis viajes por Tánger y por toda Andalucía». Su taller, y a la vez su casa, está en la calle Barrio Hondillo, a la que ha puesto sonido de campanas tibetanas.

La malagueña Elizabeth Arana lleva sólo tres meses en Alozaina buscando un lugar «armonioso para trabajar y vivir despacio». Junto con su marido han estado «durante 8 años por diferentes países del mundo, conociendo su cultura. Nos enamoramos de la pintura étnica y la plasmamos en estos cuadros que nos hacen revivir muchas experiencias». Los beneficios de la venta de sus obras son donados a una obra social.

Una de las promotoras de este evento es Alloa Patricia, que trabaja el óleo, acrílico y los grabados. Alozaina ha sido una de sus fijaciones en sus trabajos artísticos: «Ésta luz y estos colores no los pintaba en Inglaterra, han surgido aquí», cuenta mientas mira sus propias obras, en las que también hay un profundo y marcado estilo de la cultura Maya.

Hoy sábado y mañana domingo, entre las dos y las ocho de la tarde, todo el que quiera puede impregnarse del arte de estos artistas afincados u oriundos del bello pueblo de Alozaina.

@josemisepul