­El hombre acusado de allanamiento de morada tras entrar en la casa de su exmujer en Valle de Abdalajís el 4 de julio de 2011, con sus hijos presentes, sin tener permiso para ello, aceptó ayer seis meses de prisión y una pena de un trienio sin poder acercarse ni comunicar de ninguna forma con su exesposa.

Ayer debía haberse celebrado el juicio de este hombre, que se negó a marcharse hasta que llegó la Guardia Civil a requerimiento de su exesposa, pero la Fiscalía y la defensa llegaron a un acuerdo, lo que le supuso una rebaja de la pena y ni siquiera debió constituirse el Tribunal del Jurado.

El fiscal pedía en un principio una pena de 20 meses de cárcel y tres años de prohibición de comunicación con la que fue su esposa. En el delito de allanamiento de morada concurriría la agravante de parentesco.

Según consta en la calificación fiscal, a la que tuvo acceso este periódico, los hechos sucedieron en una hora no determinada del 4 de julio de 2011.

El encausado se dirigió al piso del municipio de Valle de Abdalajís en el que residía su exesposa «en compañía de los hijos comunes». El acusado «accedió a la mencionada vivienda sin el consentimiento de su exmujer, apartándola para introducirse en ella y permaneciendo dentro pese a los requerimientos de ésta para que se marchase», relata la acusación pública en su escrito acusatorio.

Sin embargo, el procesado en este caso se negó a salir en todo momento y no se fue hasta que llegó la Guardia Civil tras requerir la expareja su presencia.

Citación. En un principio, el juicio con jurado debería haberse celebrado a las diez de la mañana de ayer, hora en la que fueron citados los candidatos a formar parte del tribunal, pero el acuerdo entre la Fiscalía Provincial de Málaga y el abogado defensor llegó a última hora, por lo que finalmente no fue necesario constituir al jurado y los aspirantes pudieron marcharse a casa.

Ya no habrá más juicios en la Sala del Jurado de la Audiencia Provincial de Málaga hasta después de las vacaciones.