La mayoría de los municipios de la Costa también vivieron con intensidad la jornada en torno a la devoción predilecta por la mayoría, un fervor marengo de calas y espigones, de salitre y arena. En todos los rincones y prácticamente en cualquier playa, una imagen de la Virgen del Carmen era embarcada para que bendijera las aguas, para que su manto de protección se extendiera en el lugar de trabajo donde a diario miles de pescadores echan sus redes para que no falte el pescado en las lonjas ni el pan en sus casas. Desde Nerja hasta Manilva. Una fiesta de la religiosidad popular.

En Rincón de la Victoria, el desfile marítimo de la Virgen del Carmen frente al casco histórico marcó anoche el eje central de las fiestas patronales del municipio. Miles de personas volvieron a arropar a la Reina de los Mares, justo cuando al anochecer los marengos la mecieron sobre la arena de la playa. La maniobra para embarcarla volvió a arrancar, sólo unos instantes más tarde, las ovaciones más largas.

Mientras, la Virgen del Carmen de La Carihuela paseó por las calles marineras de su barrio en homenaje a todos sus devotos. Es una talla que levanta gran fervor ya que siempre aporta un vivo recuerdo a la memoria del buque pesquero que naufragó frente a las costas del barrio hace ya casi un centenar de años.

El momento más candente llegó cuando se celebró la misa marinera ante miles de torremolinenses y turistas. Este año contaba con un singular estreno, el estandarte diseñado en el taller de Manuel Mendoza y Salvador Aguilar, con una pintura de Bernardo Gutiérrez.

Una vez de vuelta, la Virgen continuó de camino a su templo en un nuevo recorrido por su barrio acompañada de la Banda de Cornetas y Tambores del Cautivo y la Banda de Música de Cruz de Humilladero.

En Fuengirola, la procesión comenzó a las siete y media de la tarde, ante numerosos devotos expectantes en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen. En esta ocasión, el esperado nuevo trono, la saya de Joaquín Salcedo y el fajín de infantería que perteneció a Guillermo Quintana, asesinado en 1984 por ETA, eran las grandes novedades que presentaba esta procesión.

Del mismo municipio era la banda que acompañó a la Virgen del Carmen de Los Boliches. El fervor y la expectación de los bolicheros también se palpaba a la salida de su Virgen, 75 minutos más tarde y después de lanzar al mar una corona de flores en recuerdo de los marineros fallecidos.

Estepona también festejó durante toda la jornada uno de los días más importantes de su calendario. La Madonna del Mare, que lució un fajín impuesto por el general de división, volvió a reunir en torno a su procesión a fieles y turistas.

La procesión, en la que participaron autoridades locales, hermandades de pasión y gloria, estuvo acompañada por la Agrupación Musical Santa María de los Remedios y la banda municipal. En la playa de La Rada, la alcaldesa perpetua de Estepona, flotó entre el mar y el cielo rodeada del sentir marinero.