­Primero cortaron la valla metálica y después forzaron los accesos a la nave principal y de uno de los almacenes donde la empresa guarda gran parte de su material. En total, los asaltantes se llevaron productos valorados en cerca de 15.000 euros. Uno de los trabajadores de Remsa, una empresa especializada en maquinaria de obra de la Estación de Cártama, habla en plural porque es «prácticamente imposible» que todo ese material lo desplace una sola persona, incluso dos, y en tan poco tiempo. «La Guardia Civil piensa igual que nosotros, que esto es el trabajo de un grupo que sabía lo que hacía y que actuó con mucha rapidez», afirma. El empleado añade que algunos de los objetos robados pesan más de 50 kilos y sus sospechas van más allá: «Sabían muy bien dónde estaba la mercancía.

El asalto tuvo lugar hace algo más de una semana en la nave que Remsa tiene en la Estación de Cártama junto a la carretera A-7054. Según la empresa, que también alquila y vende módulos prefabricados, se produjo entre la noche del 14 y la madrugada del 15, pero no fue hasta la mañana siguiente cuando el vigilante de las instalaciones descubrió los destrozos y la ausencia del material robado. Sierras caladoras, taladros, amoladoras, aparatos de aire acondicionado y otro tipo de maquinaria como grupos electrógenos, bandejas vibrantes de compactación y compresores desaparecieron tanto de la nave principal como de uno de los almacenes. Los candados estaban cortados con mucha precisión y los cerrojos deformados como si fueran de plastilina. Esto refuerza la teoría de que sabían qué barreras tenían que superar y cómo para obtener el material que estaban buscando. «Es curioso que no intentaran entrar en la oficina, parece que sabían que aparte de los ordenadores no había nada de valor», apunta el encargado. La inspección completa de toda la parcela permitió comprobar que los ladrones accedieron cortando meticulosamente la valla metálica que dibuja el perímetro de las instalaciones. El agujero, junto a una raqueta de la carretera, sugiere que el punto fue muy bien elegido por los cacos para cargar el material en uno o varios vehículos y garantizar un punto de fuga ante cualquier imprevisto que no surgió.

Los investigadores llevan un día de retraso respecto a los ladrones por un error a la hora de denunciar los hechos, ya que la empresa lo hizo a través de la página web de la Policía Nacional, pero este cuerpo policial derivó el caso a la Guardia Civil por ser competente en este municipio. Esto motivó que en las instalaciones no se presentara ningún agente hasta el día 16. «Esperemos que la denuncia sirva al menos para alertar a las poblaciones cercanas», concluyeron.