La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía ha permitido, finalmente, a los familiares de la joven de 14 años que perdió la vida en un canal de riego de Álora en marzo de 2013 la extracción de una de las placas que cubre el conducto para proceder más adelante, mediante orden judicial, a realizar una prueba de fuerza sobre la misma.

La Junta ha desestimada hasta en tres ocasiones la entrada al canal para poder extraer las placas, según ha subrayado a Europa Press la familia de la menor. La recogida ahora será custodiada por la notaria que acudió a su retirada hasta nueva orden.

En este sentido, los familiares de Mónica Gómez pretenden interponer una querella criminal en el mes de septiembre contra la Administración andaluza solicitando el peritaje de las placas y denunciando "la falta de conservación del canal por parte de la Junta".

Por otro lado, las obras de soterramiento del canal, que comenzaron el pasado mes de marzo, se paralizaron para la extracción de la placa. La familia de Mónica Gómez ha puesto de relieve "el alivio que supone este nuevo paso", ya que temían la pérdida de pruebas durante los trabajos.

El suceso se produjo en marzo de 2013 cuando la niña estaba cruzando la acequia, situada a unos 10 metros de su casa. El embovedado que la cubría se rompió bajo sus pies, siendo arrastrada por la corriente. Por el momento, todas las acciones legales emprendidas por la familia contra la Junta por el supuesto mantenimiento deficiente han sido archivadas.

El canal de Paredones, construido a finales de los años 80, fue diseñado como conexión provisional entre las márgenes derecha e izquierda del río Guadalhorce para abastecimiento a Málaga y zona regable y que pudiese servir de baipás de la central hidroeléctrica ante situaciones de parada de la misma.