El pasado domingo la ´Romería del Cristo de la Verónica´ cumplió su 25 aniversario. Un cuarto de siglo que no se pudo celebrar por todo lo alto como a su organizador, Manuel Molina, le hubiera gustado. Una enfermedad se lo ha impedido. Aún así, ya está pensando en el año que viene, en el que espera que "haya el doble de gente".

Las casi 3.000 personas que se reunieron en la Plaza de Toros formaron parte de una fecha muy señalada entre los fieles al Cristo de la Verónica. Un día de romería que empezó con la misa en la Plaza de Toros, para continuar con la entrega de nueve medallas a sus beatos. Uno de ellos, fue un niño que con apenas siete años acudió a recoger la suya de mano de su madre. Así de pequeño, o incluso quizás más era Manuel cuando vio al Cristo por primera vez. Según rememora solía verlo desde el tren que le traía a Antequera. En esos años, el Cristo no estaba en la capilla de la Cuesta de Talavera. De su traslado sólo han pasado 25 años, y eso mismo es lo que el domingo se celebró. Todo el que se acercó a la plaza tuvo la oportunidad de besar la imagen del Cristo, que expuesto ante sus devotos asistió a una cola de más de 500 personas que quisieron acercarse a él.

A eso de las diez ya era el momento de salir en romería. Todo ello acompañado por los cantos del ´Coro Santa María la Mayor´ de Antequera, que llevan siguiendo al Cristo desde el principio de la romería muchos años atrás. Un trabajo que hacen de manera desinteresada ya que también son fieles del Señor de la Verónica.