­Almargen es uno de los puntos de la provincia de Málaga con mayor producción de ganadería porcina junto a Campillos y Teba, alcanzando el 90% en su conjunto. Un escenario que produce emisión de gases a la atmósfera (amoniaco y metano), lo que a su vez conlleva fuertes olores que perjudican a ganaderos y vecinos. Para frenar su impacto, el Ayuntamiento y la Cooperativa Agroolivarera San Cosme y San Damián están buscando soluciones para implantar en la localidad depuradoras que eliminen los purines.

Y es que a lo largo y ancho de este municipio malagueño se reparten 60 granjas porcinas, cuya presencia engendra la emisión de importantes toneladas de purines, es decir, estiércol con restos de animales, excrementos y agua de lavado. Esta materia suele utilizarse como abono, pero las cantidades que generan las ganaderías no tienen tanta cabida para el campo por lo que supone un importantes esfuerzo para los ganaderos deshacerse de estos residuos.

«Los purines nos suponen un dolor de cabeza muy grande porque generan mucho olor y contaminación a los acuíferos. Creemos que es muy importante que tengan depuradora y que esté todo el mundo bien, tanto los ganaderos como el resto del pueblo», señaló ayer la alcaldesa de Almargen, María del Mar Romero.

La regidora anunció que este mes de septiembre una representación de ganaderos y representantes municipales se trasladarán a Zaragoza para conocer una nueva planta o depuradora implantada en granjas con el fin de dar una solución a este problema que llevan años arrastrando. De este modo, la pretensión del sector es conocer la efectividad en la eliminación de purines y la generación de energía eléctrica de depuradoras ya implantadas que rondarían los 200.000 euros de presupuesto por cada diez ganaderos y que tendrían que sufragar por ellos mismos. No obstante, el Consistorio afirmó que también pretende informarse sobre las ayudas europeas para subvencionar las plantas.

Los ganaderos, de momento, no quieren pillarse los dedos, ya que han gastado miles de euros en la eliminación de los purines a lo largo de los años sin éxito. En este sentido, según informó a La Opinión de Málaga la alcaldesa, la compra de una depuradora situada en la carretera de Teba supuso hace unos quince años un gasto incalculable para los bolsillos de la ganadería porcina, sin resultara ser posteriormente la solución a sus problemas.

«La antigua depuradora tenía mucho coste de mantenimiento. Iremos para conocer de primera mano cómo va ésta, pero vemos que los costes no son elevados. En las imágenes que hemos visto se ve el proceso de depuración», indicó.

«Todo el pueblo directa o indirectamente vive de la ganadería porcina y tenemos que buscar ya solución a los purines», añadió la regidora, quien lamentó que la primera planta de biogás en Andalucía, que se está construyendo actualmente en Campillos, «no puede favorecer a los ganaderos de Almargen por ser privada y por su capacidad».

Los ganaderos se juegan mucho en la búsqueda de sistemas efectivos de eliminación de purines por suponer un revulsivo para la economía local.