­La prehistoria se abre paso en el corazón de la provincia de Málaga para dar luz a secretos que han estado enterrados durante siglos. Más de medio centenar de investigadores seguirán la huella de los modos de vida de las sociedades neandertales y de nuestros ancestros modernos a través de excavaciones y estudios geoarqueológicos que pretenden destapar los entresijos que esconden las cuevas de Ardales y de las Palomas en Teba.

Una investigación de gran interés mundial, tanto científico como social, que tratará de descifrar las formas de vida de grupos de cazadores-recolectores del pleistoceno o agricultores tribales neolíticos, a través de la flora, la fauna terrestre y marina o herramientas de caza, además de posibles restos óseos que prevén encontrar durante la excavación.

Biólogos, arqueólogos o botánicos de las universidades de Cádiz, Málaga, Burdeos (Francia), Colonia (Alemania), del Neanderthal Museum€ desarrollarán este estudio geoarqueológico, cronológico y medioambiental durante los próximos cuatro años tras una primera fase desarrollada entre 2011 y 2012.

El equipo de dirección de la investigación lo conforma el director del Neanderthal Museum y profesor de la Universidad de Colonia, el doctor Gerd-Christian Weniger, y el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cádiz, el doctor José Ramos Muñoz.

La investigación se enmarca dentro de un proyecto europeo, con financiación público-privada, que también se desarrolla en África. La intención es penetrar en los pasos de la humanidad de África a Europa y la convivencia y destino de los últimos neandertales, que se señalan en la Península Ibérica.

«Casi toda la prehistoria se investigó en el paso desde África por Oriente Medio. Interesaba escoger sitios del sur», indica el doctor Ramos.

El catedrático de Prehistoria prevé rápidos hallazgo de restos antropológicos pertenecientes a los últimos neandertales, dado que en las intervenciones previas, se localizaron espacios con fuegos y hogares, relacionados con la alimentación, desde hace más de 70.000 años.

Se trata de dos cuevas con alto valor prehistórico. En Ardales se concentran los primeros artistas del sur de la Península Ibérica centrados en el arte rupestre. Las evidencias de presencia humana datan de 40.000 años atrás, aunque las investigaciones alcanzarán hasta 120.000 años para descifrar la ocupación concreta.

La Sima de las Palomas de Teba contiene uno de los mayores paquetes de sedimentos del Paleolítico Medio, vinculado a los neandertales del Sur de Europa. Esta cueva tiene un perfil estratigráfico con garantías de ocupación de más de 80.000 años.

Ambos lugares, separados por 18 kilómetros, acogen cronologías enmarcadas en el Pleistoceno Superior y el Holoceno.

La vegetación será clave en este proyecto, que señala el importante papel de la mujer como recolectora de vegetales en la sociedad neandertal. De hecho, ya se han hallado más de 50 tipos de plantas que delatan el alto conocimiento herbolario.

Los neandertales que ocuparon estas tierras del interior de la provincia de Málaga pasan de nómadas a sedentarios, por lo que el proyecto enfoca la movilidad por los ríos Turón y Guadalteba.

El proyecto dio sus primeros pasos hace tan sólo una semana, pero los avances ya son tangibles con el hallazgo de lámparas prehistóricas elaboradas con estalactitas, en la cueva de Ardales, relacionadas con el arte rupestre. Un elemento novedoso que tiene presencia tan sólo en algunas cuevas de Cantabria o Francia. «En la concavidad de las estalactitas se preparan los combustibles y las grasas para iluminar las estancias», explica Ramos.

En definitiva, el proyecto cuenta con las últimas tecnologías de la investigación arqueológica y un importante equipo que dará una visión contemporánea y novedosa de los neandertales.

Los descubrimientos de esta investigación serán divulgados para que toda la sociedad pueda encontrarse con sus antepasados lejanos. Conocer y comprender las formas de vida de aquellos que vivieron hace miles de años.