Villanueva de Tapia ya cuenta con el primer Badén Inteligente de Velocidad (BIV). Se trata de la última versión definitiva del badén inventado por un vecino de la localidad José Antonio Aguilera, gerente de la empresa Badennova.

Un badén que ya se comercializa para zonas con densidad media/baja de tráfico, tales como zonas residenciales, centros comerciales, aparcamientos, zonas centro y/o casco histórico urbano.

El badén cuenta con los materiales aptos para resistir el tráfico cotidiano, tanto de vehículos pesados como para turismos, furgonetas y motocicletas.

Aguilera se muestra satisfecho de poder instalar esta primera versión final de badén en calle. "Estamos muy contentos. Gracias a la multitud de pruebas prácticas y la inagotable investigación respecto al comportamiento de los materiales que componen nuestro badén, hemos podido ajustar los parámetros más problemáticos, consiguiendo así su correcto funcionamiento y durabilidad. Por fin podemos hacer las calles más seguras y premiar a todos los que cumplen con los límites de velocidad establecidos", afirma Aguilera.

Por su parte, la alcaldesa de Villanueva de Tapia, Encarna Páez (IU), señaló un municipio pionero en la mejora de la seguridad vial "gracias al invento de uno de sus vecinos".

"Estamos muy orgullosos de que se instale el primero de calle en Villanueva de Tapia y que seamos el pueblo piloto después de tantos años de desarrollo del Badén", asxegura la alcaldesa, quien confirma que va a hacer un encuentro para que todos los alcaldes de la comarca comprueben el funcionamiento del badén y sean testigos de la mejora.

"Es importante la seguridad de la circulación, indudable la de los peatones, pero no debemos olvidarnos de los vehículos, puesto que al pagar el impuesto de circulación se merecen que ayudemos a que no se dañen", añade la regidora.

Badennova, además de contar con este badén instalado, sigue haciendo pruebas en varios puntos de Málaga capital como es el Edificio de Urbanismo, el Museo del Automóvil y la central de la EMT, donde se comprueba su fiabilidad con vehículos pesados con las condiciones más adversas.

El badén está compuesto por una membrana protectora en la que se alberga un líquido no newtoniano, y un revestimiento de alta resistencia que soporta multitud de puntos de presión, diferentes pesos, así como cualquier impacto que puede recibir en el tránsito de vehículos, incluidos los de gran tonelaje.

Los materiales no son tóxicos ni contaminantes, ni inflamables, siempre respetuosos con el medio ambiente, y están diseñados para soportar los cambios de temperatura, según informa su inventor.