En los últimos años el sector de la almendra está viviendo un boom, como muestran los millones de plantones vendidos y la larga lista de espera para conseguir material para nuevas plantaciones. Los principales viveros están gestionando pedidos para 2017. Están surgiendo nuevas plantaciones en Cataluña, Aragón, Andalucía y Castilla-La Mancha, entre otras comunidades, tanto en zonas de tradición en el cultivo del almendro como en nuevas zonas, desplazando a otros frutales como los cítricos de la Vega del Guadalquivir en Sevilla.

La clave han sido las elevadas cotizaciones que tiene actualmente la almendra (hasta 9€/kg de pepita) originadas por un desequilibrio entre la oferta y la demanda a nivel mundial, que parece se mantendrá a medio plazo.

Esta situación se ha visto acompañada de la disponibilidad de zonas de regadío para el cultivo, lo que incrementa notablemente los rendimientos, y la introducción de nuevo material vegetal, más productivo y adaptado a climas más fríos.

Otras bondades del cultivo que también han contribuido a su desarrollo son su versatilidad en cuanto a dotaciones de riego, las posibilidades de mecanización y su buena conservación, que permite almacenar el producto por largo tiempo, lo que facilita la gestión de la comercialización.

De otro lado, en las nuevas plantaciones españolas se está cambiando el concepto y se está considerando al almendro como cualquier otro frutal y no como un cultivo marginal relegado a las peores condiciones de suelo y agua. A la hora de realizar el diseño de la plantación se cuenta con las nuevas variedades seleccionadas por su floración tardía, autofertilidad, alta capacidad productiva, calidad de fruto, vigor, facilidad de formación y tolerancia a heladas, sequía, plagas, enfermedades y otras condiciones adversas.

En la provincia de Málaga, y en especial en la comarca de Antequera, destacan Cartaojal y Bobadilla como zonas de cultivo, jugando la primera un papel muy importante ya que posee uno de los campos de ensayo donde se pueden ver las nuevas variedades de cultivo: las autofértiles, las de florecimiento tardío que evitan las heladas y las que se adaptan a secano y regadío con facilidad.

Jornadas. Por todo ello se produjo una gran expectación en la jornada celebrada ayer en Antequera sobre el cultivo del almendro organizada por Asaja Málaga, Cajamar Caja Rural y Almensur.

Más de 250 personas relacionadas con el sector de la almendra asistieron al evento desde Murcia, Almería, Granada, Málaga, Sevilla y Albacete, entre otras provincias, lo que pone de manifiesto el interés que despierta este cultivo.

La jornada se abrió con la ponencia sobre técnicas en las nuevas plantaciones de almendro a cargo de Raúl García Andrés, técnico de viveros VIPESA-Nurfruits.

Seguidamente, Xavier Mirnau Prim, del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Cataluña (IRTA), expuso cuáles son las tendencias en el cultivo de la almendra.

Los aspectos relacionados con la comercialización se abordaron por Juan Carlos Gallego Rodríguez, gerente de la cooperativa malagueña Almendrera del Sur. Asimismo, Javier Martín, gerente de banca de empresas de Cajamar, presentó las líneas de apoyo que la entidad financiera ha desarrollado específicamente para este cultivo.

Por último, cerró las jornadas una animada mesa redonda, moderada por Benjamín Faulí Perpiñá, secretario general de Asaja-Málaga, en la que se abordaron cuestiones sobre producción ecológica o la necesidad de formación para el manejo de las nuevas plantaciones.