La emblemática plaza Ochavada de Archidona es un punto neurálgico de encuentro de vecinos de la localidad que disfrutan de las terrazas y establecimientos de hostelería todo el año. Pero, como en otros municipios, han surgido los problemas para compaginar el ocio con el descanso.

El Ayuntamiento ha modificado la ordenanza municipal, adaptándose a la normativa nacional, tras las protestas de algunos vecinos del entorno, dando un giro de 180 grados al modo de trabajar de los locales de hostelería, situación que los empresarios temen que pueda desencadenar la pérdida de clientes.

«Nos han quitado la terraza, modificado los horarios y obligado a poner un hilo musical. Estamos muy afectados», lamenta uno de los empresarios, quien se ve obligado a cambiar la licencia del pub que regenta desde hace años, a la de bar, con el fin de mantener la terraza; un espacio al aire libre que con la nueva ordenanza podrá tener abierto una hora menos que hasta ahora -hasta las dos-.

Este empresario no comprende las quejas de los vecinos después de que en los últimos meses hayan reducido los decibelios al máximo y quitado la música del exterior. En total son cinco los negocios afectados en la zona.

Por su parte, el concejal del área, Pablo Gálvez, insiste en que se debe de cumplir la normativa y, por ello, se actualiza la ordenanza. «Es una medida impopular, pero debemos cumplir la ley», declara el edil, que insiste en que el descanso debe prevalecer sobre el disfrute. Así, la alcaldesa, Mercedes Montero, recalca que no puede haber música dentro del establecimiento si no está insonorizado.

Por su parte, el portavoz del PP y edil en el Consistorio, Alberto Arjona, considera que se debe dar un poco de margen los fines de semana. «Los empresarios lo ven injusto. Esa ordenanza atenta contra el derecho de los bares que, además, generan empleo», indica.

Sea como fuere los empresarios tendrán que acatar la ordenanza municipal. Lo único que desean es que este nuevo escenario no perturbe la normalidad de sus negocios ni ahuyente a la clientela y que todos puedan convivir en paz en la plaza Ochavada tal y como se lleva haciendo desde el siglo XVIII.