El corazón morado delata el origen árabe de la zanahoria morá que deja entrever sus inmensas propiedades a través de su tamaño. Este tubérculo ocupa el lugar principal de los platos de Cuevas Bajas, situado en la rivera del río Genil, a la caída del invierno. Un cultivo autóctono que a nivel mundial emana de las tierras de este municipio malagueño que se aferra a su gastronomía tradicional aunque con miras al futuro descubre su carácter innovador mediante su transformación en productos como caviar.

Esferas con un intenso sabor a zanahoria morá que no transportan al mar sino que a cada bocado el comensal viaja al campo a través de su dulzor. Tras la presentación en la Feria Andalucía Sabor, la empresa malagueña Esali Alimentación ha entablado conversaciones para exportar este novedoso producto, que transforma una empresa de aceite de oliva de Jaén, a sus clientes potenciales en Emiratos Árabes, China o EEUU.

«El caviar sabe a zanahoria morá y está elaborado en cápsulas. Tenemos una hortaliza muy novedosa que es saludable con seis veces más propiedad que la zanahoria tradicional y es muy bien recibida por mercados tan potentes como el árabe», señala Enrique Cuberos, uno de los socios de esta empresa malagueña.

Tras un proyecto de I+D que sigue avanzando, Esali Alimentación experimenta las transformaciones de zanahoria morá más viables para lanzar al mercado y dar cabida al tubérculo en las despensas mundiales durante todo el año, ya que habitualmente esta zanahoria se consume entre noviembre y enero al natural.

La hortaliza contiene siete veces más propiedades que la zanahoria tradicional, siendo rica en vitamina del grupo B y C. Es rica en antioxidantes proteínas, hierro, calcio, magnesio, fósforo y potasio.

La climatología, la humedad y el terreno arenoso de Cuevas Bajas ofrecen unas condiciones idóneas para el cultivo de la zanahoria morá.

Crecer en producción

Cuevas Bajas produce anualmente unos 200.000 kilogramos del tubérculo a través de las manos de cerca de medio centenar de agricultores.

Esali Alimentación transforma el 95 por ciento de esta producción de zanahoria morá.

No obstante, el objetivo es seguir creciendo y llevar la zanahoria morá de Cuevas Bajas por todo el mundo. «Nosotros tenemos ahora un estudio agrónomo que nos dice que la capacidad máxima de las tierras del pueblo podría alcanzar unas 2.000 toneladas anuales dentro de unos cuatro años» señala Cuberos.

Y es que son varios los productos que están en el mercado nacional e internacional y otros muchos que son objeto de experimentación y que serán lanzados en breve.

El vinagre balsámico de zanahoria morá es otro de los productos estrella, junto con el snack que lleva un año en el mercado, igual que la mermelada. Todos ellos, en producción limitada, viajan a nivel nacional y a través del canal Horeca a Alemania, Inglaterra y fuera de la UE.

Esta empresa malagueña continúa con las innovaciones y en breve prevé sacar al mercado vinagre caramelizado, mermelada con stevia o paté de zanahoria morá.

Estas ganas por seguir creciendo y la innovación con un producto tradicional como la zanahoria morá les ha llevado a recibir el premio Andalucía de Agricultura y Pesca 2014 a la Innovación por parte de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía.

El próximo 6 de diciembre, un año más, el pueblo de Cuevas Bajas abrirá sus puertas para brindar a todos los visitantes lo mejor de su gastronomía: la zanahoria morá.