­El veto ruso a las exportaciones de carne fresca sumerge en una importante crisis al sector porcino de la provincia de Málaga, que dedica el 80 por ciento de su producción al cerdo blanco. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) denuncia que unas 300.000 cabezas de ganado de 500 explotaciones se ven afectadas ante la caída de la cotización del porcino por debajo de los costes de producción.

Y es que Rusia era hasta hace año y medio uno de los principales receptores de porcino junto con Asia, lo que ha generado una importante depresión en un sector que destina el 40 por ciento de la producción a la exportación, según informa a este periódico el director de Gestión Ganadera de Dcoop, Juan Carlos Rodríguez.

A todo ello se suma el incremento de las importaciones de EEUU y Canadá, hasta hace unos años estancado por problemas sanitarios. A la lista de causas se incorpora la sobreproducción española originada por las excelentes condiciones meteorológicas.

El representante de COAG, Antonio Rodríguez, incluye entre las causas de la caída de precios la parálisis del Gobierno central «al no reactivar el consumo desde el inicio de la crisis, mediante la promoción de productos cárnicos».

Esta situación, que dura ya ocho semanas, ha supuesto el descenso de los precios del cerdo en vivo en un 24 por ciento. En este sentido, según datos de SIP Consultors, los costes de producción en una explotación media se elevan a 1,12 euros el kilogramo frente a las cotizaciones de la última semana de noviembre de la lonja de referencia Mercolleida, que se han situado en 0,96 euros el kilo.

No obstante, los ganaderos suelen percibir unos 0,05 euros por kilogramos menos, debido a la penalización de los mataderos por entregar el animal con más de 110 kilos de peso, ante la imposibilidad de colocarlos en el mercado por la saturación del mismo y tener que seguir manteniéndolos en la granja.

Así, la permanencia de los porcinos en las granjas supone, además de sobrepoblación en las explotaciones, pérdidas en los bolsillos de los ganaderos que ascienden a 3.870 euros semanales, según calcula COAG.

El director de Gestión Ganadera de Dcoop lamenta que los criadores de porcino estén siendo «víctimas de la situación política de Europa y sufran la falta de sensibilidad de las medidas europeas para favorecer al ganadero».

Ante este panorama, COAG reclama a la UE que permita la ampliación del almacenamiento privado de la carne de cerdo, así como la salida al mercado de esta carne de forma escalonada «para no presionar a la baja los precios del momento», subraya el responsable de COAG.

Asimismo, la coordinadora de agricultores y ganaderos pide al Ministerio de Agricultura reforzar las negociaciones bilaterales con Rusia para procurar una apertura de su mercado y levantar el embargo político a las importaciones agroalimentarias de la UE.

El sector porcino, concentrado en Campillos, Teba y Almargen, factura en la provincia unos 90 millones de euros, que pueden ir desapareciendo si esta crisis sigue acechando a los ganaderos.