El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) ha autorizado la liberación experimental del 'Torymus sinensis', el insecto depredador del 'Drycosmus kuriphilus' o avispilla del castaño, para la primavera de 2016.

En un comunicado, el Ministerio ha recordado que se trata de una de las plagas más perjudiciales para el castaño y sus ecosistemas -en el caso del valle del Genal, las pérdidas se cifran en más de 100.000 euros-, y que esta liberación controlada se realizará en las zonas más afectadas de Galicia y Andalucía.

La acción se enmarca en el programa de acción presentado a la Red Estatal del Castaño, que incluye el seguimiento e investigación de esta liberación en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) de Churriana, en Málaga, y la Estación Fitopatológica de Areeiro, en Pontevedra.

El Ministerio ha asegurado a la Red Estatal del Castaño que "va a intensificar los esfuerzos iniciados durante este año para ayudar a mitigar los daños de esta especie exótica potencialmente invasora".

Un método eficaz para limitar la expansión del 'Drycosmus kuripilus' de forma natural, es decir, sin utilizar insecticidas, es su control biológico introduciendo otra especie foránea que, a su vez, parasita a la avispilla.

En este caso, es la especie 'Torymus sinensis' y, al ser otra especie exótica, su utilización en el medio natural debe realizarse bajo el principio de precaución y con las investigaciones necesarias para conocer su efecto ambiental sobre la biodiversidad nativa, ha advertido el Ministerio.

Por ello, se realizará primero esta liberación experimental, y una vez conocidos los resultados científicos determinar si es posible realizarlas en el futuro a gran escala, sin que supongan riesgo para las especies nativas de avispillas.

La plaga de la avispilla del castaño induce la aparición de agallas en los castaños, lo que causa pérdidas notables en la producción del fruto, debilitamiento del árbol e incremento del riesgo de contraer otras enfermedades.

En la actualidad, está afectando a los bosques y arbolado disperso de castaño, con graves daños tanto en la producción de castañas como en la conservación del ecosistema en su conjunto.

Los castañares son un tipo de bosque autóctono caducifolio incluidos en la Directiva Hábitats, lo que justifica su importancia ecológica.

En España, el castaño está presente en casi 300.000 hectáreas, muchas de ellas zonas de especial conservación de la Red Natura 2000.