El Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga ha suspendido el juicio previsto este jueves a un hombre acusado de un delito de maltrato animal, al, presuntamente, abandonar a varios caballos que estaban a su cuidado, que tuvieron que ser sacrificados por presentar deshidratación y malnutrición. Así, inicialmente se ha señalado para el mes de junio del próximo año, según fuentes judiciales.

El motivo de la suspensión es que no ha comparecido el letrado del acusado, aunque tampoco lo ha hecho el propio procesado, que ha remitido un parte médico, según han informado a Europa Press dichas fuentes, quienes han apuntado que se ha solicitado que se justifiquen las incomparecencias.

Según las conclusiones provisionales del fiscal, en abril de 2009, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil advirtieron que el acusado, en una parcela suya en Alhaurín de la Torre, llevaba a cabo tareas consistentes en la explotación de un centro equino y núcleo zoológico "sin contar con autoridades administrativas".

Posteriormente, dice el ministerio público en su escrito de acusación inicial, al que tuvo acceso Europa Press, a raíz de unas inundaciones ocurridas a comienzos de 2010, esas instalaciones se vieron gravemente afectadas, muriendo 17 caballos y un número indeterminados de perros. En ese momento, se advirtió que la explotación "seguía careciendo de los permisos".

De hecho, se apunta, el traslado a estas instalaciones de los animales "se había llevado a efecto en la clandestinidad". Ante las condiciones climatológicas y el estado lamentable de la explotación, los supervivientes tuvieron que ser llevados a otras instalaciones en depósito, aunque el acusado volvió a depositar en su finca 11 caballos y a aumentar el número de équidos.

"Como quiera que la intención del acusado era causar perjuicio a la integridad de los animales, prescindió de dar a cuantos animales se hallaban en la finca cuidados de cualquier tipo", señala el fiscal, quien apunta que los équidos "dormían sobre sus propias heces" y, además, "mostraban claros síntomas de deshidratación y malnutrición".

Así, en enero de 2011 y "por causa de esta ausencia de cuidados", cuatro de estos animales tuvieron que se sacrificados "por deshidratación extrema sin posibilidad de recuperación".

Por estos hechos, el ministerio público acusa al hombre por un delito de maltrato animal y solicita que se le imponga una pena de nueve meses de prisión y la inhabilitación durante un periodo de tres años para ejercer profesión u oficio que tenga relación con los animales.