­Probablemente nadie se atreva ya a aventurar si la Junta de Andalucía será capaz de consumar de una vez por todas la apertura de del chare del Guadalhorce y del Hospital de Ronda dentro del último plazo previsto. A pesar de los innumerables retrasos del pasado, el consejero de Salud, Aquilino Alonso, puso ayer sobre la mesa un nuevo cálculo que se antoja tan esperanzador como ambicioso. Una fecha previa a la entrada del verano. Esa es la nueva meta marcada por la Junta para poner en marcha los dos centros hospitalarios de la provincia que ahora se encuentran pendientes de su apertura. Lo anunció ayer el propio consejero en su visita a Málaga, donde asistió por la mañana a un desayuno informativo en la capital y en el que trazó un futuro inminente que supondría el desbloqueo a una situación de incertidumbre que va camino de eternizarse en el tiempo.

Si resulta finalmente que las palabras de Alonso adquieren, esta vez sí, categoría de juramento hipocrático, la provincia de Málaga se encuentra a las puertas de dar un paso de gigante en cuanto a mejora de la atención sanitaria. Sobre todo, si se tiene en cuenta que ambos centros se convertirían en puntos de referencia para una población que roza los 200.000 habitantes y que, ahora mismo, se enfrentan al calvario de tener que desplazarse hasta los hospitales de la capital. Esto supondría, a su vez, rebajar la afluencia masiva de pacientes que soportan ahora mismo el Hospital Clínico y Carlos Haya, además de acortar sensiblemente los intervalos en las listas de espera.

En otro punto que engloba la principal preocupación de la asistencia sanitaria en la provincia, la falta de camas, el funcionamiento de estos centros sanitarios moderaría el problema que ha centrado el grueso de todas las críticas en los últimos años. Según informó la Consejería de Salud en su día, el chare del Guadalhorce contaría con 40 camas, mientras que el hospital del Ronda abriría con unas 186, elevando así en 28 su dotación de camas.

Aunque de las declaraciones del propio Alonso se deduce que la Junta ve sobradamente factible abrir casi de golpe y de forma conjunta ambos centros en un plazo inferior a los tres meses, cabe recordar que el grado de avance en el que se encuentran diverge. Sobre todo, después de que la Diputación de Málaga haya sorteado recientemente el problema del vial de acceso al chare del Guadalhorce y dejando prácticamente sin excusas a la Junta, que había señalado siempre la falta de conexión como el principal problema que impedía la apertura de una infraestructura que se acabó de construir en 2012. Ahora, el único escollo pendiente está en acabar de rematar el saneamiento, después de que la Diputación también haya contratado con Endesa para garantizar el suministro eléctrico.

En cuanto al Hospital de Ronda, los avances se articulan en una fase previa, ya que aún queda pendiente la construcción de un vial de acceso que todavía ni ha sido licitado por parte del Ayuntamiento de Ronda. Ayer, la nueva alcaldesa socialista, Teresa Valdenebro, se reunió con el gerente del SAS, José Manuel Aranda, y la delegada de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Begoña Tundidor, para intentar resolver con la mayor celeridad la construcción del vial, que será adjudicado la próxima semana.

Escepticismo elevado. Lejos de celebrar el anuncio de Alonso con entusiasmo, el secretario de CCOO en Málaga, Rafael González, se mostró muy escéptico con las fechas y advirtió de no caer en el error de dotar al chare del Guadalhorce substrayendo a los profesionales del Hospital Clínico, tal y como está previsto. «Esto podría ser incluso contraproducente», señaló sobre los inevitables desequilibrios que provocaría esta decisión. En el Hospital de Ronda, si no se procede a la contratación de al menos 40 profesionales que se dividen entre médicos, enfermos, celadores y personal de administración, no se podrá sacar provecho a las posibles mejoras que proyecta el nuevo hospital en Ronda.