Seguramente la pequeña localidad de Cartajima (250 habitantes) no se esperaba generar tanto revuelo cuando anunció que buscaba familias interesadas en residir en el municipio a cambio de trabajo y vivienda a bajo coste. Una oferta que ayudaría a evitar el cierre del Colegio Público Rural Agrupado Alto General de la localidad, al que en la actualidad acuden a diario cuatro escolares.

El anuncio sigue provocando aún a día de hoy sorpresa en el alcalde de la localidad, Francisco Javier Benítez. Y es que unas 2.800 familias han enviado su solicitud al Consistorio, todas ellas amparadas en la esperanza de una vivienda barata y un trabajo, con el único coste de cambiar de residencia en muy poco tiempo.

Pesa a casi no dar abasto, el Ayuntamiento ya ha contestado a unas 1.400 solicitudes y lo seguirá haciendo a medida que pasen los días, aunque el plazo de recepción de candidaturas sigue abierto hasta el próximo día 30 de abril.

La primera de las parejas elegidas llegará al pueblo la próxima semana, con las maletas cargadas de ilusiones renovadas y con dos hijas de tres y cuatro años respectivamente, que darán más vida al colegio de la localidad. A los primeros afortunados, se les sumarán entre tres y cinco más que deben cumplir con los requisitos, entre los que se encuentra principalmente que los padres cuenten con experiencia como oficiales de primera y que tengan hijos en edad escolar.

El Consistorio está contestando a las solicitudes de diversas formas: solicitando documentación determinada a familias que no la han presentado, informando a los interesados que se está realizando aún el proceso de selección o bien comunicando a ciertos candidatos que no ha sido elegidos por no cumplir los requisitos exigidos.

También, el alcalde se encuentra en conversaciones con los dueños de las viviendas que se ofertan, para que puedan llevar a cabo rebajas o promociones que satisfagan a las nuevas familias interesadas en trasladarse a Cartajima.

En función de los puestos de trabajo que se necesiten cubrir, el Ayuntamiento garantiza contratos de entre 3 a 6 meses, "e incluso algunos más", de las bolsas de trabajo municipales. Con ellas se hace frente a la mano de obra necesaria para actuaciones de construcción o reforma que hacen desde el Consistorio.

Lo que empezó siendo una oferta pequeña se ha convertido en un atractivo para muchas familias, que ven en Cartajima una oportunidad de cara al futuro. Una de ellas ya ha tenido suerte. 2.800 más esperan a que la fortuna se alíe con ellas.