­El auge del Conjunto Arqueológico de los Dólmenes de Antequera desde el lanzamiento de la candidatura del Sitio a Patrimonio Mundial de la UNESCO es más que evidente. Tanto que el pasado año 2015, el espacio monumental batió su récord anual de visitantes al superar por primera vez en su historia las 100.000 visitas.

Este manifiesto incremento del tránsito de personas en el paraje antequerano se espera que sea aún mayor en este 2016, superando las cifras del ejercicio pasado, según señala el director del Conjunto Arqueológico, Bartolomé Ruiz. Esta situación podría provocar «algún momento de saturación», sobre todo en la época de primavera, cuando se producen continuadas visitas de escolares de distintos centros de la geografía andaluza.

Principalmente, es en los dólmenes de Menga y Viera en los que se produce una mayor aglomeración de visitantes, que desean entrar a conocer estos bienes antequeranos, especialmente en las horas punta del día.

En este sentido, y para evitar las posibles saturaciones, desde el conjunto arqueológico van a tomar medidas. La principal será la de intentar redistribuir los grupos de personas hacia el tholos de El Romeral, que en la actualidad cuenta con un núcleo de visitantes inferior al resto de monumentos que componen el espacio de la ciudad del Torcal.

Sin embargo, la solución idónea a los problemas de acumulación de visitantes que se pudieran originar se produciría con la construcción del Museo del Sitio. Ruiz afirma que es imprescindible este edificio, que funcionará como elemento canalizador de todo el conjunto, ayudando a organizar de manera adecuada el tránsito.

En la actualidad, el nuevo proyecto se encuentra en su fase de redacción de cara a su aprobación que tendrá lugar este mismo año. Ya en 2017, si todo transcurre con normalidad, se producirá el inicio de las obras que cambiarán el aspecto del Museo de los Dólmenes, que lleva proyectado desde los años 90.

Con la construcción del Museo de los Dólmenes, los visitantes recibirán a la entrada una serie de pegatinas que marcarán la hora exacta a la que pueden visitar cada bien de los que se compone el conjunto arqueológico. Los responsables del recinto aseguran de esta forma que no se producirán colapsos en ninguno de los monumentos, no sobrepasando en ninguna ocasión el aforo máximo permitido.

Mientras llega la hora de visitar los bienes monumentales, los asistentes al recinto podrán aprovechar para realizar un recorrido por el propio museo, tomar fotografías en los distintos emplazamientos o, simplemente, disfrutar de las vistas que ofrece un lugar como éste.

Este modelo de gestión de los visitantes sería imposible de desarrollar sin la existencia del Museo del Sitio ya que, según el director del conjunto, «la gente no entendería estar esperando en el centro de visitantes que hay actualmente y no podemos darles una respuesta alternativa».

Hoy día, los visitantes tardan aproximadamente hora y media en recorrer los distintos lugares que componen el conjunto arqueológico de los Dólmenes. En el futuro, los responsables pretenden que las personas dediquen a ello toda la mañana, llegando incluso a quedarse a comer en el espacio monumental.