El sol y la temperatura, casi veraniega, acompañaron ayer a la celebración de la XX Fiesta de la Naranja de Coín, coincidiendo con el momento de floración del árbol (abril-mayo). Este evento, declarado de Singularidad Turística por la Diputación de Málaga en el 2004, consiguió reunir a casi 8.000 vecinos y visitantes.

Todos ellos acudieron a este municipio del Valle del Guadalhorce para degustar los más de 5.000 kilos de naranjas que se regalaban, ya fuera entera, en zumo, como postre o en ensaladilla.

Y es que, para quien no lo sepa, Coín forma parte del conocido Valle del Azahar, llamado así por el aroma que desprenden los naranjos, convirtiéndose este olor en el símbolo identificativo del lugar.

Coín, conformado por más de 128 kilómetros cuadros, destina más de un tercio de su suelo a la plantación de cítricos (naranjas y limones). Esto significa que un 50 por ciento de su población vive de la agricultura, detalló su alcalde, Fernando Fernández.

Uno de esos trabajadores del campo es Mateo Guerrero, quién explicó que la naranja sí «es una fuente de ingresos muy grande», para el pueblo. No obstante, aseguró que su precio es bajo: 0,25 euros el kilo; aunque «este año está bien», pues el anterior era de 0,05 euros el kilo, afirmó Guerrero.

Parte de esa mejora en el precio es la apertura al mercado estadounidense y al trabajo que Sabor a Málaga realiza. Fue su labor de promoción y apoyo al producto fresco, lo que le hizo merecedora del Premio Naranja Honorífico que el alcalde le entregó al diputado Jacobo Florido.

Como novedad, la plaza Bermúdez de la Rubia y sus alrededores acogieron esta edición, logrando así concentrar en un espacio mayor todos los stands que componían el mercadillo. Sin duda, esta nueva ubicación ayudó a la hostelería del lugar que esperaba «llenar las terrazas», afirmó Virginia Rodríguez de El Rincón de la Plaza.

De esta forma se contribuye a la economía del pueblo, «multiplicándose el trabajo y los beneficios», señaló Juan Gómez, de La Viuda.

A partir de los doce, el lugar empezó a llenarse de curiosos atraídos por las actuaciones musicales (Tuna de Magisterio de la Universidad de Málaga y el espectáculo flashmob de la Escuela Municipal de Tai-chi), los grupos de baile, el concurso de pintura Annette Deleitalle y el de postres, el mercadillo de artesanía y de productos típicos.

Sin embargo, el momento más esperado fue la degustación de la ´sopa hervía´ y la ensaladilla de naranja, bacalao y cebolleta; ambos platos tradicionales del campo. La ensaladilla sí es más conocida y cocinada en muchos hogares, pero a los visitantes la ´sopa hervía´ les llamó la atención. Fuensanta Lozano nos explicó cómo se hace: lo más importante es el sofrito de habas, tomate, pimiento y espárragos (todos ellos productos frescos de temporada). A todo ello, una vez cocinado, se le une el pan picado, el agua y la sal. Se deja hervir y se presenta coronado con un huevo. Así lo degustaron los coínos y visitantes de esta fiesta.

@maricarmensango