Juan Rosas es el concejal delegado de Patrimonio Mundial en el Ayuntamiento de Antequera. En su primera legislatura ha sido el encargado de coordinar el conjunto de acciones emprendidas por el Consistorio para la promoción de la candidatura del Sitio de los Dólmenes. En la semana clave del proceso, repasa las cuestiones más importantes del trabajo llevado a cabo y reconoce que quedan cosas por hacer aunque se consiga la declaración.

¿Cómo ha sido todo el proceso hasta llegar a la situación actual?

Comenzamos hace justo un año con el objetivo de informar a los ciudadanos de qué era lo que teníamos entre manos, de los bienes que componen la candidatura y de por qué estábamos en ese camino hacia ser Patrimonio Mundial, para que la población participara en la declaración. Ha sido un año de trabajo diario, de plantear muchas actividades y de intentar que todos los sectores pudieran participar. Todo lo que pretendíamos lo hemos conseguido con creces.

A nivel personal, ha tenido una gran responsabilidad en su primera legislatura.

Muchísima. En mi sitio querrían estar los más de 40.000 ciudadanos que tiene Antequera y ha sido un privilegio comandar este proyecto. A nivel personal no va a ser comparable con nada que pueda hacer en mi vida, por lo que estoy muy contento y orgulloso.

¿Qué tal la relación con el resto de administraciones?

Con la Diputación la relación ha sido excelente, sin su apoyo no podríamos haber hecho muchísimas actividades. Con el director del Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera, Bartolomé Ruiz, también. Ha colaborado con todo lo que le hemos pedido. Cuando hemos tenido que trabajar con la Junta de Andalucía para dar respuesta a los requerimientos de la Unesco lo hemos hecho muy bien. Si hay que poner algún pero, sí me hubiera gustado trabajar de la mano con la Consejería de Cultura para hacer más actividades en el conjunto dolménico y haber contado con presupuesto de la Junta para que no todo hubiera salido de la Diputación y del Ayuntamiento.

¿Qué supondrá para Antequera esta declaración?

Espero que suponga un antes y un después, si todos trabajamos bien. Además, para la provincia va a suponer el tener una ventaja a la hora de competir con otros territorios, puesto que va a poder vender que Málaga cuenta con un Patrimonio Mundial. Antequera lo va a notar en su economía. Invito a las empresas a hacer estudios de mercado para que se anticipen a lo que va a ocurrir y estén preparadas.

¿La ciudadanía es consciente de lo que supone este paso?

No lo sé, porque ni yo mismo sé si soy consciente. Aunque creo que durante este año de trabajo el ciudadano se ha dado cuenta de lo que puede suponer porque desde el Ayuntamiento hemos trabajado en la promoción. Los que viven del sector turístico sí se están dando cuenta porque están viendo que sus mesas y habitaciones se están llenando no sólo los fines de semana, sino a diario.

¿En algún momento han pensado que no conseguirán la designación?

Desde el momento que me nombraron delegado de esta área nunca he pensado que no se pudiera conseguir. Eso ha venido bien, porque con esa mentalidad lo que haces es trabajar, trabajar y trabajar con un positivismo que contagias a los demás. Si no lo consiguiéramos no pasaría nada, porque estar donde estamos ya es para celebrarlo. Antes o después seremos Patrimonio Mundial.

¿Y qué sentirá si se consigue ser Patrimonio Mundial?

No soy una persona que se altere con facilidad. Lo llevaré por dentro, aunque imagino que temblaré, que sentiré escalofríos, que tendré momentos de mareo y de no saber donde estoy y sentiré relajación. Se mezclarán tantos sentimientos que serán difíciles de explicar con palabras. Pensaré en todos los que han trabajado para conseguir esto.

¿Por qué merece el Sitio de los Dólmenes este reconocimiento?

Porque es algo excepcional. Tenemos cinco bienes que por su construcción, mantenimiento y orientación no existen en otro lugar del mundo. Con este reconocimiento vamos a favorecer que se sigan descubriendo cosas en el Sitio de los Dólmenes que aún no conocemos.

Sin embargo, queda aún mucho por hacer.

En 2019 seremos evaluados de nuevo por la Unesco. Hemos dado nuestro compromiso junto con la Junta de Andalucía para responder a una serie de cuestiones. Ahora queda materializar la realidad plasmada sobre el papel. También hay que concienciar a los ciudadanos de que cada uno en su «casa» tiene mucho que mejorar y que trabajar.