­Tras varios días de tensa espera y preocupación, la delegación andaluza que se desplazó a Estambul (Turquía), con motivo de la sesión del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco que declaró el pasado viernes los Dólmenes de Antequera como Patrimonio Mundial de la Humanidad, llegó este domingo al aeropuerto de Málaga al filo de las cuatro de la tarde.

De dicha delegación formaban parte la consejera de Cultura de la Junta, Rosa Aguilar, y el presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, además de otras autoridades como el alcalde de Antequera, Manuel Barón.

Bendodo quiso dar las gracias y afirmó: «Nos emociona la cantidad de gente que ha venido a recibirnos». «Ya estamos en Málaga», apostilló, en declaraciones recogidas por Europa Press. Contó que estos días «se han hecho bastantes largos». «Nos ha pasado de todo: desde lo más importante, que es habernos traído para Antequera, Málaga, Andalucía y España un nuevo Patrimonio Mundial de la Unesco, hasta haber vivido en directo el golpe de estado, que ha durado, prácticamente, 24 horas y que ha sido intenso».

«Hemos tenido la coincidencia de que todo el conflicto se ha vivido cerca del hotel donde estábamos alojados», por lo que «este viaje no lo vamos a olvidar nunca», relató el presidente de la Diputación de Málaga, quien explicó que han visto «todo el tiroteo, los aviones pasar, los helicópteros... una situación complicada».

Dijo estar también «muy contento y agradecido» del trato recibido por la embajada española en Turquía, asegurando que han estado «perfectamente atendidos e informados puntualmente» de los vuelos y situación del país, y por tanto, «lo más importante es que hemos vuelto con el logro de los Dólmenes de Antequera como Patrimonio Mundial y nosotros sanos y salvos, que también es muy importante».

Bendodo recordó que la previsión de llegada era ayer porque no se tenía desde la Unesco definido cuando era la defensa de la candidatura, si este pasado viernes o el sábado, por lo que, con esta previsiones, el vuelo estaba para este domingo. «Tuvimos la suerte de decidir que nos quedábamos a cenar en el hotel y, después de la tensión de todo el día eso fue un acierto» ya que, de lo contrario, «nos hubiera pillado en medio del conflicto», precisando también que a Aguilar «casi le pilla, pero fue rápida».

Precisamente, la consejera de Cultura afirmó que la experiencia, en cuanto a Patrimonio Mundial, ha sido «magnífica y excepcional», ya que «hemos conseguido justamente lo que queríamos, que el Sitio de Los Dólmenes fuese declarado Patrimonio Mundial». Contó, que posteriormente, y cada uno en un lugar diferente, «nos encontramos con el intento de golpe de estado». «A nosotros casi nos coge en la zona de Asia, porque habíamos ido para dar un paseo y verla y nos volvimos andando». «Fue cruzar el puente e inmediatamente aparecer los tanques, por lo que cogimos un taxi y vimos muchos controles por parte de la policía», describió. «La noche fue larguísima; allí amanece antes, pero la luz del día nunca llegaba y lo único que escuchábamos desde las habitaciones eran explosiones, tiroteos, aviones...». «El día de ayer también fue complicado», incidió.

«Situación tensa». Por su parte, Barón explicó que «hemos pasado de la euforia a una situación tensa», recordando que «la suerte decidió que estábamos en el hotel -donde estaba Bendodo- y cuando íbamos a marcharnos al nuestro llegaran las noticias y vimos desde lejos que el puente estaba cortado».

También aclaró que la delegación que se ha quedado en Estambul era porque tenía previsto venir otro día. Así, precisó que «están averiguando el cambio de vuelo, pero la vuelta la tenían otro día distinto».

Aguilar señaló que allí se ha quedado, entre otros, el director de Los Dólmenes de Antequera, Bartolomé Ruiz, pero, incidió «para que no haya malos entendidos», en que «se fueron antes para estar en las sesiones de la Unesco y porque era normal que estuvieran previamente y también tenían previsto venirse después». No obstante, tras lo ocurrido, «Ruiz, que iba a llegar más tarde, anticipa su vuelo a mañana (por hoy) con el resto de la delegación que ha quedado en Estambul».

«Nosotros teníamos que mantener calma, tranquilidad y normalidad para que no se preocuparan más de la cuenta las personas que estaban aquí y nuestras familias», expresó la consejera, que dio las gracias a todos los que les han apoyado en estos días.