­Alba es una burgueña que un día dejó su pueblo para buscar trabajo en la Costa del Sol. Vive junto a su marido y a su hija Miriam de cinco años en Mijas Costa. El pasado fin de semana volvieron a El Burgo para participar en familia y junto a sus amigos de la adolescencia en la recreación de Pasión Bandolera, como en otras ocasiones.

Casi sin venir a cuento y en una conversación más, contó a un grupo de vecinos que participaba en la recreación histórica que su hija, con autismo, necesitaba ayuda «pero no sólo mi hija sino cuatro niños más, de distintas edades, con la misma enfermedad y que comparten aula en colegio María Zambrano» de Mijas Costa.

Los niños, que años atrás contaban con dos monitores en exclusiva, este curso «con los recortes sólo disponen de un monitor» que además tienen que compartir con otros niños, explica Alba y, por tanto, «quedan desatendidos. Nuestros hijos requieren de una atención continuada por su propia seguridad y además necesitan que los acompañen a actividades que estimulen y los hagan ser cada día más independientes. Mi hija necesita que la lleven al baño», puntualiza la madre de la niña más pequeña del grupo con autismo del colegio.

Al conocer el caso, la asociación Pasión Bandolera de El Burgo decidió recabar firmas durante la celebración de la recreación para que las madres afectadas puedan presentarla ante Educación, junto con un escrito por parte del colegio. Sólo en El Burgo se recogieron 400 firmas que tienen previsto entregar mañana a la Junta.

La Delegación de Educación afirma que «en el CEIP María Zambrano de Mijas no se ha producido ninguna variación del número de profesionales que atiende el aula específica respecto a cursos anteriores. La ratio de dicho aula se encuentra ajustada a normativa y por tanto el alumnado se encuentra correctamente atendido».

@josemisepul