­La Subdelegación del Gobierno acogió ayer la reunión de cerca de una veintena de representantes municipales de la provincia, que se trasladaron a la capital con el propósito de valorar daños. El encuentro, que estuvo presidido por el responsable de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, el subdelegado de Gobierno, Miguel Briones, y el delegado responsable de Agricultura, Francisco Javier Salas, comenzó pasadas las dos del mediodía y en él se establecieron algunas de las nociones para solicitar las ayudas oportunas tras las caóticas jornadas de lluvias que ha vivido la provincia durante este fin de semana.

Las zonas más afectadas han sido las correspondientes a la Costa del Sol Occidental y el Valle del Guadalhorce donde, en algunos municipios se han recogido más de 200 litros. Los alcaldes y representantes municipales reclamaron la colaboración de Diputación, especialmente en mobiliario urbano y en caminos o zonas rurales, donde se han detectado los mayores daños.

La concejala de Participación Ciudadana de Estepona, Susana Castaño, una de las localidades más afectadas, confesó que ayer había medio millar de efectivos trabajando en la zona para valorar los daños que, al igual que en muchas localidades, afectan especialmente a las zonas agrícolas. Cerca de 270 litros por metro cuadrado en pocas horas dejaron anegados varios caminos rurales, viviendas, locales comerciales y centros de salud. «Desde el domingo y durante todo el día del lunes haremos balance», comentó la responsable municipal que, además, aseguró que desde el Consistorio han puesto en marcha una oficina de atención a afectados por las lluvias donde acudió muchísima gente «expectante para ver qué tipo de ayuda se les va a poder dar».

«Son muchos los daños que ha sufrido Coín estos días. Tenemos caminos cortados, fincas inundadas o algunos muros se han caído con el peso de agua», confesaban el alcalde coineño, Fernando Fernández y el concejal, Cristóbal Ortega, que añadían, que las viviendas de la Calle Édoras de Rohan han sido de las más afectadas. «Se han inundado cocheras y hemos tenido que desalojar a 40 vecinos de la zona. Además, tenemos trabajando desde el sábado cuatro máquinas excavadoras», decía Ortega. El Ayuntamiento puso en marcha ayer una oficina de atención a los afectados que estará abierta hasta la próxima semana.

El alcalde de Cártama, Jorge Gallardo, que el domingo recibió la llamada del rey Felipe VI para interesarse por la situación del municipio, confesó que hasta la próxima semana no se podrán centrar en los caminos rurales, puesto que toda su atención está puesta en la zona de Doña Ana y en la Estación, donde ayer se suspendieron las clases. «Hemos desalojado a más de 40 personas en la zona del casco histórico», decía el edil que también contabilizaba daños en el camino de la Ermita, considerado Bien de Interés Cultural (BIC).

Al acto también acudieron representantes de Alhaurín de la Torre, donde aún se encuentran valorando económicamente los daños o el concejal de Mijas Andrés Ruiz, que reclamaba ayudas para los viales y algunas zonas particulares como La Alberquilla donde una treintena de personas tuvieron que abandonar sus casas. «Hemos limpiado con maquinaria propia carreteras como la A-387», aseveraba.

Los pueblos más pequeños. El concejal de Medioambiente de Alhaurín el Grande Jesús Rueda también estuvo en la reunión, así como representantes de pueblos como Manilva, Guaro, Casares, Pizarra o Casarabonela, Alozaina o Álora. En éste último se han tenido que desalojar a dos familias de sus hogares a causa de las inundaciones. Desde el Consistorio aloreño reclamaron ayer a la Junta de Andalucía que se acometan actuaciones para limpiar los cauces y se quejaron de que a pesar de las múltiples reuniones con el Gobierno andaluz, «no se ha hecho nada en el río», decía el responsable del consistorio, José Sánchez en un comunicado.