­El Ayuntamiento de Ronda se encuentra en la fase final del diagnóstico de la estrategia de movilidad sostenible que se pretende implantar en el caso histórico de la localidad. Una vez concluido este proceso, a principios del próximo año se abrirá un período de propuestas en el que todos los actores del municipio tendrán la oportunidad de realizar sus aportaciones para decidir el futuro modelo de ciudad que quieren.

Sin embargo, lo que más polémica ha levantado es la intención del equipo de Gobierno (PSOE, PA e IU) de restringir el tráfico rodado en el Puente Nuevo. Aunque la edil de Tráfico y Seguridad, Paqui González (IU), adelantó que la reducción del paso de vehículos rondaría el 80 por ciento, más tarde asumió que había errado en el dato y el porcentaje final se decidirá tras el período de propuestas.

Los principales afectados en la variación de circulación son los vecinos del barrio de San Francisco, donde residen unas 2.300 personas, la mayoría de ellas mayores de 50 años. El presidente de la asociación vecinal de esta zona de Ronda, Juan Manuel Ayala, dejó claro que no quieren que se corte de ningún modo el tráfico en el Puente Nuevo, aunque sí verían con buenos ojos una reducción del paso de vehículos si se les ofrecen alternativas, como un aumento en las líneas de autobuses urbanos o de taxis que se desplazan hasta esa parte de la localidad.

La edil de Tráfico consideró que en el Ayuntamiento van a tener en cuenta a vecinos y comerciantes en todo momento y negó que se vaya a cortar el puente, aunque sí manifestó que el paso de vehículos en el Puente Nuevo va a restringirse con total seguridad. Entre las alternativas para poner en marcha esta medida estarían las propias señales de tráfico o la instalación de lectores de matrículas, aunque todo se determinará cuando las propuestas estén sobre la mesa.

En este sentido, los vecinos quieren tener garantías de que su movilidad en la ciudad va a seguir llevándose a cabo de manera normal, por lo que plantean medidas como la creación de parkings disuasorios a la entrada de Ronda, para que así no haya aglomeraciones en el casco histórico, o incluso el cambio de emplazamiento con el tiempo de edificios como el propio Ayuntamiento o el Conservatorio, que se verán influenciados por la restricción de tráfico en el Puente Nuevo.

González señaló que «el Conjunto Histórico no solo requiere determinación de protección y puesta en valor de sus hitos patrimoniales, sino también otras determinaciones de ordenación más estructurales como es la movilidad sostenible y que ahora es oportuno y necesario abordar para evitar posibles fracasos en un futuro no muy lejano».Medios alternativos

Por ello, el Consistorio quiere fomentar el uso de medios alternativos para la circulación como pueden ser la movilidad peatonal, las bicicletas o el ya mencionado transporte público. Y es que el Puente Nuevo soporta un tránsito de unos 11.000 vehículos diarios, lo que supone unos 4 millones al año, así como el paso de más de 2 millones de peatones cada ejercicio. Además, el índice de motorización en la ciudad del Tajo es de 450 vehículos por cada 1.000 habitantes, dato muy superior a los niveles registrado a nivel regional y nacional.

De igual forma, la edil de Tráfico aseguró que la puesta en marcha de esta medida de movilidad sostenible es necesaria para poder acceder a los fondos europeos a los que opta Ronda dentro de las estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (DUSI).

@ccasadob