Seis personas han sido detenidas por presuntamente robar más de 26.500 kilos de productos hortofrutícolas en las provincias de Málaga, Granada y Almería. La Guardia Civil y la Policía Nacional les atribuyen 24 robos y hurtos de pimientos, mangos, chirimoyas, aguacates, berenjenas y calabacines. Los investigadores han recuperado 783 kilos de estos últimos, tres furgonetas y 3.330 euros en efectivo.

Ambos cuerpos han informado que las investigaciones se iniciaron el 9 de noviembre tras conocer un robo con fuerza en una finca de aguacates de Vélez Málaga. Los agentes de la Policía Nacional este municipio detuvieron in fraganti a siete personas, entre ellas un menor, y recuperaron 2.401 kilos de aguacates.

Las pesquisas continuaron y apuntaron a que el grupo contaba con una infraestructura superior para darle salida a la gran cantidad de fruta robada al tiempo que la investigación se cruzaba con otra que de la Guardia Civil en Motril.

Las indagaciones llevaron a los investigadores hasta la localidad almeriense de Roquetas de Mar, donde se asentaba una red criminal dedicada a la comisión de robos de grandes cantidades de frutas -sobre todo mangos y aguacates- en plantaciones de la costa oriental andaluza. Desde el Poniente almeriense se desplazaban hasta las de Granada y Málaga para actuar.

En un primer momento identificaron a una persona que conectaba a los presuntos ladrones con otro grupo que se ocupaba de dar salida a los frutos robados. Se trataba de un hombre de 41 años y nacionalidad rumana y, según las pesquisas, era el encargado de planificar los robos, organizar y trasladar a las cuadrillas -formadas por cinco o diez personas- y elegir la finca. Siempre actuaban en horas nocturnas.

Poco a poco, los agentes fueron identificando al resto de los integrantes de la red. Entre ellos el principal investigado, un empresario de Almería dedicado a la compra venta de frutas y verduras, que aprovechando su situación de mayorista en el sector, hacía pasar la fruta y verdura sustraídas por productos legales. Una vez que envasaba el producto en cajas y los camuflaba entre frutos de peor calidad pero de procedencia legal, los vendía a minoristas, especialmente vendedores en mercadillos, que ignoraban su ilícita procedencia.

Otro de los arrestados -el hijo del principal investigado- tenía en vigor una reclamación judicial dictada por un juzgado de Alicante por robo con fuerza en las cosas en el momento de su detención tenía.