El senegalés Amadeo, que fue legionario en Fuerteventura, el portugués Robares, el cabo granadino Pavón, el pacense Grueso, el italiano Enrico o el alicantino Luis Muñoz, que presume de haber cantado una versión imborrable del histórico himno Novio de la Muerte, ponen el acento en la labor humanitaria de la Fundación Tercio de Extranjeros. Son los beneficiarios de la nueva residencia de Málaga ciudad, en cuyas obras ellos mismos se han implicado como voluntarios.

Alguno incluso se había visto «mendigando por las ciudades, a la espera de una oportunidad». Lo relata el coronel en la reserva Juan Antonio Díaz, mientras conversa con uno de los benefactores de la Fundación, José Molina, en el establecimiento Cortijo de Pepe. No olvida a otro beneficiario, el también alicantino Antonio Carmona, que reside en la vivienda de Alhaurín de la Torre, o a colaboradores de la Fundación como el teniente Gonzalo, «responsable de la web», www.fundaciontercioextranjeros.org, o el economista sevillano Manuel Estrada, «premio Legión de España».

Uno por uno tienen una vida de sacrificios por narrar, por desarrollar, pero sobre todo un presente con «mucho futuro». Confían todos en que con la apertura de la nueva residencia en pleno centro histórico de la capital costasoleña se logre una mayor divulgación de los fines que promueve la fundación. Detrás del éxito de la misma hasta se halla el actual general de la Legión, Juan Martín Cabrero, así como los diferentes antecesores en su cargo.

«Estamos abiertos a cualquier aportación. No tiene que ser una vivienda, porque entre otras cosas, más que tener muchas residencias con legionarios alojados, queremos que sean lugar de paso hacia una rehabilitación», dicen.