"Mañana tengo clase de drones" no es una frase muy habitual para los estudiantes de Primaria y Secundaria en España, pero en algunos centros del país ya se puede oír entre los chavales, y este es el caso del Colegio El Pinar de Alhaurín de la Torre (Málaga), donde enseñan a programar y manejar estos aparatos.

Desde el curso 2015/2016 este centro ha introducido la robótica como materia obligatoria -al igual que otros ya han hecho en Madrid, Barcelona y Valencia- y se imparte desde primaria hasta bachillerato, con el uso de legos hasta secundaria y más tarde con impresoras 3D, ha explicado a Efe el profesor Ignacio Arias.

"Lo que intentamos es introducir la robótica como un medio para transmitir conocimiento a los alumnos", ha afirmado Arias, que ha añadido que la iniciativa de los drones -que ha empezado en diciembre y es posible gracias a un convenio con la empresa Málaga Drone Tech- complementa la oferta de esta asignatura.

Durante la clase, el maestro plantea a sus estudiantes un problema, que tienen que resolver con los materiales de que disponen, es decir, los aparatos que han montado con piezas de lego -tienen un pequeño "cerebro" digital que les permite moverse- o los drones y su capacidad para programar en ellos la solución.

El trabajo con los robots y los aparatos de vuelo no tripulados permite poner en práctica conocimientos aprendidos en Física, Matemáticas y Tecnología, y al ser un ejercicio menos teórico los alumnos "asimilan mejor los conocimientos" y esto hace que estén "mucho más enganchados" a la materia, ha comentado el profesor.

Arias se ha mostrado convencido de que la robótica "es útil para el futuro profesional de los estudiantes", pues la programación es algo "básico" que se va a usar en los próximos veinte años, y, por tanto, les proporcionan las herramientas tecnológicas que van a utilizar en su vida laboral.

Sin embargo, ha asegurado que no se plantean la robótica para que todos los alumnos salgan ingenieros en esta materia, "sino que lo utilicen como medio" para alcanzar otras metas laborales, ya que trastear con los códigos de los aparatos "va a estar cada día más presente en nuestras vidas".

En el caso de la alumna de tercero de ESO Mayrata Vera se puede apreciar un ejemplo de lo que ha comentado el profesor, ya que, según ha explicado a Efe, ella siempre ha querido ser policía e ingeniera, y gracias a la asignatura se ha decidido por la rama de robótica, y si sabe más sobre los drones y la programación puede especializarse en un campo de la Policía, ha comentado.

A ella y su grupo de amigos este tipo de aparatos les encantan y hablan mucho sobre los temas que se tratan en clase, incluso cuando ya están fuera del instituto, pero no puede asegurar que ocurra lo mismo con el resto de compañeros.

Por otra parte, ha considerado que la robótica sí que puede motivarles en el campo de las ciencias, ya que aunque la programación y las matemáticas presentan aspectos diferentes, las similitudes entre ambas pueden hacer que un estudiante con dificultades en el manejo de los números se le den mejor los robots.