El carnaval de Tolox es fundamentalmente conocido por el día de los polvos que se celebra la víspera del primer miércoles de ceniza, pero este carnaval en el que se registra una alta participación ciudadana «contempla muchos matices. Como en otros pueblos tenemos disfraces y mucha diversión, pero este carnaval contiene cantes y bailes ancestrales», comenta Miguel Gallardo presidente de la asociación del carnaval de Tolox.

A partir del 2005 la asociación, que cuenta con más de ochenta socios, recopiló canciones propias del carnaval antiguo de Tolox a través de la memoria sobre todo de «mujeres con bastantes carnavales en sus alpargatas, porque en los carnavales antiguos se bailaba siempre y, con estas coplas conseguimos grabar un disco. Canciones que las guardamos como oro en polvo, una joya», relata el presidente.

Canciones o coplas del carnaval cuyas letras son idénticas a las de otros municipios pero que en Tolox se cantan con un tono distinto y que asimismo servían para acompañar aquellos bailes típicos que en los últimos días de febrero los toloxeños disfrutaban en la plaza alta de la localidad.

«Cada canción tiene su propia coreografía». Unas coplas que hablaban de amor y desamor que cantaban las mujeres cogidas de la mano formando las famosas ruedas del carnaval con el objetivo de divertirse pero además de «darse a valer» para conseguir novio ya que eran muy pocas las opciones que se daban en aquella época para relacionarse.

De esta manera «el hombre observaba a la mujer bailando cogida de la mano de otras mujeres y cuando le interesaba alguna chica iba a la rueda, se cogía de la mano de la chica elegida y de la de al lado y, en ella estaba la potestad de mantener la mano cogida y bailar con él o soltar la mano del pretendiente», expone Gallardo, a quien además los más ancianos de la villa le cuentan que cuando el suelo de la plaza alta era de tierra «se formaban grandes polvaredas resultado de varias ruedas a la vez».

Esta asociación junto con el colegio del municipio imparte charlas del carnaval a los más pequeños para «perpetuar la esencia carnavalesca, el cante y el baile, a través de nuestros herederos, los niños» reconoce Miguel Gallardo.

Los polvos

Al igual que en Alozaina, la harina toma protagonismo en el carnaval como elemento de cortejo a la mujer para, de esta forma, declarar el amor por ella.

Pero en Tolox, según el presidente de la asociación del carnaval de dicho municipio la harina se reemplaza por los polvos de talco aproximadamente en el S.XVIII, porque eran menos agresivos al cutis que la áspera harina. «En esta época se llevaba empolvarse la cara, como una especie de rol social entre la gente pudiente. El que alguien venga y te aplique polvo de talco en la cara era agradable», determina Gallardo.

Por eso mismo algunos galanes entraban por los corrales de las casas o por las ventanas, incluso rompiéndolas para llegar hasta la mujer amada y empolvarla. Claro está que la galantería llegaba a tal punto que estos conquistadores de corazones corrían con los gastos del carpintero. Las mocitas respondían manchando con tizne o almagre, al conquistado si su respuesta era negativa.

Antiguamente el empolvar significaba una declaración de amor y hoy día es una forma de diversión. De este modo las mujeres también empolvan, hoy día, a los hombres y al contrarío sin ninguna connotación amorosa.

Este domingo en el carnaval de Tolox está programado una degustación de mosto del municipio con altramuces. El lunes se celebrará el concurso de disfraces y a partir de las doce de la noche se da el pistoletazo de salida al llamado día de los polvos que está declarado fiesta local que este año coincide con la fiesta autonómica. Se celebra desde las doce de la noche de la víspera del primer miércoles de ceniza.