No había ningún pacto de Gobierno firmado entre el PSOE y Ciudadanos en Mollina, pero el fin de las buenas relaciones que permitieron la investidura del socialista Eugenio Sevillano como alcalde en 2015 quedó este viernes ratificado con el abandono de Dolores Pinto, la única edil de la formación naranja del despacho en el que tratraba los temas de Asuntos Sociales.

Desde el incio del mandato, Pinto era, de facto, la responsable del área en el Consistorio; puesto del que cesa tras su renuncia oficial, después del reciente reparto de concejalías que hizo el regidor socialista el pasado 15 de febrero.

Sevillano distribuyó varias de las responsabilidades de Gobierno municipal, y dado que Asuntos Sociales ya lo estaba llevando Pinto, se le asignó a ella. Sin embargo, dos días más tarde la concejala renunció para no infringir uno de los principios de su partido: no formar parte de ningún gobierno si no son la formación que lo encabeza.

Presentada la renuncia, el Ejecutivo local comunicó a Pinto que debía abandonar su despacho y entregar el móvil que se le asignó para el desempeño de sus funciones. También se le retirará la retribución por estas responsabilidades, que se acercaban a los 1.500 euros netos al mes.

Desde el Gobierno local quieren dejar claro que, más que un cese ha sido un abandono. «Cuando se le ha pedido que asuma la responsabilidad, ella lo ha rechazado», declaró Sevillano a La Opinión.

La concejala de Ciudadanos no lo ve del mismo modo. Asegura que el alcalde mollinato ha hecho estas designaciones casi dos años después de iniciar el mandato «para quitarme de en medio». «Ahora, por lo que se ve, se siente incómodo conmigo», decía a este diario, poco después de abandonar su despacho.

La edil comunicará a la dirección provincial de su partido la decisión tomada, para que quede constancia de su renuncia a formar parte, oficialmente, del Gobierno municipal. Una actitud que llama la atención en las filas socialistas. De hecho, para Sevillano, la concejala de Ciudadanos mantenido sus responsabilidades «de forma encubierta», teniendo así «engañado a su partido».

A Pinto, en cambio, lo que le llama la atención es la medida del alcalde de asignar formalmente el área de Asuntos Sociales, cuando la decisión de contar con ella fue al comienzo del mandato. Por el momento se siente «igual de bien» que cuando asumió su papel de concejal de Ciudadanos y que este asunto «no me va a desestabilizar mi ánimo». «Voy a seguir trabajando por Mollina con más ganas y más dedicación. Hay que seguir con más fuerzas», comentó.