José Andrés Luque es un joven natural de la localidad de Villanueva del Trabuco, que trabaja como ingeniero de Caminos, Canales y Puertos para la Comisión Europea. Actualmente desarrolla su labor en la Unidad de Coordinación de Proyectos en el Este de la República Democrática del Congo.

Los distintos proyectos que José Andrés dirige o en los que colabora a día de hoy se enmarcan dentro de dos líneas bien diferenciadas. Por un lado, está llevando a cabo actuaciones relacionadas con la mejora de las infraestructuras sanitarias, como la construcción de cuatro hospitales de referencia y un centro logístico de distribución de medicamentos esenciales.

De igual forma, este joven participa en la protección y el desarrollo medioambiental en la citada nación, dando apoyo técnico a las infraestructuras del Parque Nacional de Virunga, el espacio de estas características más antiguo del continente africano y uno de los últimos reductos del gorila de montaña.

Sin embargo, pese a la carga de trabajo, José Andrés no ha renunciado a intentar hacer un poco más fácil la vida de quienes habitan en la localidad de Goma, y especialmente a los niños que residen en Tulizeni, un centro en el que conviven huérfanos, personas que han sufrido violencia sexual y otras que no tienen recursos para subsistir. «Cuando me lo puedo permitir y el trabajo me deja participo como voluntario en la organización de actividades con los niños, sobre todo deportivas», manifiesta el ingeniero.

Además de preparar distintas opciones de ocio para los más pequeños, este trabuqueño se está preocupando porque cada vez haya disponibles más recursos. Todo comenzó con una recolecta de equipaciones de fútbol entre sus amigos que hizo la primera vez que volvió a su municipio natal. No olvida lo que vivió al entregárselas a los niños de Goma. «Les estaban gigantes las camisetas, a alguno le llegaban por los tobillos. Pero solo con ver la sonrisa de los niños todo valió la pena», recuerda.

Tras la pasada Navidad, José Andrés buscó financiación a través de varios patrocinadores y solicitó el permiso del CD Trabuco, el equipo de fútbol de la localidad, para hacer nuevas equipaciones con el escudo del club para los niños de la República Democrática del Congo. De esta forma, comenzó a organizar distintos partidos y a darle cierto dinamismo a la actividad de los más pequeños, que en sus caras reflejaban la ilusión de estrenar camisetas y pantalones emulando a sus futbolistas favoritos.

A raíz de las iniciativas del joven ingeniero, el propio CD Trabuco ha iniciado ahora una campaña de recogida de zapatillas de fútbol en la localidad, las cuales entregarán a José Andrés para que las lleve hasta Goma en el momento en que decida hacer su próximo viaje. «Estos niños jamás se han puesto unas botas de fútbol, ya que normalmente usan chanclas y la mayoría prefieren jugar descalzos», explica el trabuqueño.

Son pequeños granitos de arena con los que este ingeniero busca únicamente sacar una sonrisa a los que peor lo están pasando en el país africano. Gestos como el suyo hacen que puedan olvidar durante algún tiempo los problemas y vean como tesoros muy preciados lo que aquí en España nos parecen simples camisetas.