Aproximadamente tres kilómetros hacia el norte separan la estación de Pizarra, lugar en el que Lucía Vivar Hidalgo fue vista por última vez por sus padres sobre las 23.20 horas del miércoles mientras cenaban en el establecimiento de la terminal del pueblo, del punto en el que su cuerpo fue hallado a las 7.05 junto a las vías por el maquinista del Cercanías en el punto kilométrico 158,8 de la línea Álora-Málaga. Casi ocho horas de diferencia insuficientes para que un gran dispositivo formado por Guardia Civil, policías locales de los municipios de Pizarra y Cártama, Protección Civil, bomberos y más de trescientos voluntarios del pueblo pudieran encontrar a la pequeña con vida.

La noticia, de gran calado en todo el territorio nacional, dio paso a una gran alarma social y a una investigación que movilizó a la plana mayor de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, incluidos los agentes del Laboratorio Criminalístico, para arrojar cuanto antes luz a un suceso que además de una gran consternación provocó una gran duda relativa a la posibilidad o no de que la niña, con apenas tres años, fuera capaz de recorrer sola toda esa distancia a pie, por un terreno tan complicado como la vía férrea y sin apenas luz. Por carretera, la distancia entre ambos puntos es de unos siete kilómetros. Tras una concienzuda inspección del recorrido entre ambos puntos, del lugar donde fue encontrada, del cuerpo y del convoy, los investigadores se inclinaron de forma preliminar por la hipótesis accidental.

Sin descartar otras opciones y antes de que se le practicara la autopsia, fuentes cercanas al caso aseguraron en torno al mediodía que todo hacía pensar que la niña, que desapareció sin que su familia se percatara en un primer momento mientras jugaba con sus primos en el entorno de la estación, falleció como consecuencia de un fuerte golpe en la cabeza que habría recibido cuando el tren pasó sobre ella. Tumbada sobre su costado izquierdo, la comitiva judicial comprobó el impacto que la niña había sufrido en ese lado de la cabeza al mover el cadáver. Esta versión sugiere que Lucía, agotada, buscó cobijo y se acurrucó entre las vías antes del fatal desenlace.

Poco después, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, reforzó la hipótesis adelantada por la edición digital de La Opinión de Málaga. «Parece que se impone la teoría del accidente por encima de cualquier otra», dijo Nieto en el Senado, donde descartó, «en principio», la sombra de un supuesto secuestro. El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, pidió poco después desde Córdoba «prudencia» a la espera de que la investigación avanzara. El delegado aseguró que, tras denunciarse la desaparición de la niña, se inició la búsqueda de la Guardia Civil con «medios especiales» y la activación de «los mecanismos» para estos casos.

Ya por la tarde, la autopsia preliminar realizada por los forenses del Instituto de Medicina Legal de Málaga confirmó oficialmente que la niña murió por el fortísimo golpe que recibió en la cabeza y que le produjo un traumatismo craneoencefálico severo. A esta conclusión llegaron los tres forenses especializados en menores que, durante cinco horas (de 12.00 a 17.00) y de forma preliminar, realizaron una autopsia en la que se descartaron otros signos de violencia, según las fuentes consultadas, por lo que el accidente sigue ganando peso. El informe de la autopsia se entregó ayer al juzgado número 13, pero será el número 10 el que investigará la muerte de la menor, ya que es el que se encontraba el miércoles de guardia.

La Guardia Civil explicó ayer en el lugar de los hechos que la búsqueda se fue ampliando durante la noche y que cuando se iba a extender a otras zonas más grandes fue cuando el Adif informó del hallazgo del cadáver de la pequeña.

Tras avistar el cuerpo de la pequeña, el maquinista detuvo el tren y dio la voz de alarma. Fuentes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) explicaron que nada más conocer la noticia activaron el protocolo de emergencia de estos casos y que el juez que se hizo cargo del caso autorizó a mover el tren hasta un punto de la vía cercano y paralelo a la carretera para proceder al trasbordo de los pasajeros a autobuses que los llevaran a su destino por carretera. La línea quedó restablecida poco antes de las 12.00 del mediodía.

Principal hipótesis de la Guardia Civil: Lucía se durmió y un tren le golpeó la cabeza

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Pizarra, consternada por la muerte de Lucía

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