La representación de los padres de Lucía Vivar, la niña de tres años, desaparecida a finales de julio en Pizarra, cuyo cadáver fue hallado horas más tarde en las vías del tren, han pedido a la juez que lleva el caso que se realicen 20 nuevas diligencias de investigación para resolver los interrogantes que, a su parecer, quedan abiertos en el informe definitivo de la Guardia Civil.

Esta parte ha venido cuestionando la versión oficial accidental de los investigadores, en la que la niña anduvo sola más de cuatro kilómetros por la vía y fue golpeada por un tren. Desde un principio, la familia ha sostenido que no se practicaron en su momento determinadas diligencias que consideran "necesarias" para saber lo que ocurrió esa noche con la pequeña.

Según han informado a Europa Press fuentes cercanas al caso, esta parte solicita al Juzgado de Instrucción que autorice la práctica de nuevas diligencias, para que no se dé aún por cerrado el caso, entre las que está la intervención en la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que se tome declaración a más testigos y se determine el tráfico de teléfonos móviles.

Esta parte cuestiona cómo se garantiza que las heridas que la niña tenía las hubiera producido el tren si en el informe definitivo se indica que "no se ha obtenido resultado positivo en el proceso de cuantificación de ADN" para las cuatro muestras tomadas debajo del convoy; teniendo en cuenta además la posición del cuerpo de la pequeña, según las fuentes. Así, insta a que se remita, si existe, el examen histopatológico de las heridas de la menor.

Asimismo, cuestionan sobre por qué el tren iba a más de 75 kilómetros por hora, a pesar de estar avisado de la búsqueda, para poder determinar una posible negligencia grave, instando a que se remitan informes y grabaciones sobre el paso del convoy. También solicita que la Policía Local de Pizarra informe del supuesto hallazgo de un bote de cloroformo cerca de donde estaba el cuerpo y que se investigue.

La representación de los padres reclama también, en un escrito remitido la pasada semana al juzgado, las imágenes de algunas cámaras de vigilancias de establecimientos y piden que se investigue la presencia de coches y personas no habituales en la zona, según declaración de testigos, en el momento de la desaparición de la pequeña.

La familia ha insistido en este tiempo en que la niña no pudo andar sola y en dirección contraria a la luz esos cuatro kilómetros y señalan que en los informes de la Guardia Civil no se explica cómo habría hecho ese recorrido sin lesiones relevantes en sus piernas. Además, se preguntan cómo es posible que eso fuera así si en la investigación no hay indicios de que la pequeña anduviera por ese lugar, sólo las manchas de grasa.