Archidona recibe con expectación la apertura de la cárcel. Mercedes Montero, la alcaldesa de esta localidad situada a menos de diez kilómetros de la nueva prisión Málaga II, reconoce que al principio la noticia no fue bien acogida y la expectación en estos meses ha sido máxima. «Ahora lo vemos como una oportunidad para la comarca y para Archidona y los vecinos se han acercado a conocer la prisión en la jornada de puertas abiertas», detalla.

Montero ha sido una de las más críticas con el tiempo en el que el centro fue espacio de acogida para inmigrantes y denunció públicamente que ése no era el uso que querían para este espacio. Aunque la cárcel tardará en funcionar al cien por cien al menos un año y medio, Archidona ya ha visto como este centro puede ser una fuente de riqueza y vida para la localidad. «Hemos comprendido que puede aportar cosas buenas, aunque está claro que ésta no es la instalación que uno más quiere junto a su municipio, pero lo han acogido y aceptado de buena manera», explica Montero.

Y esa aptitud es la que se ha podido ver en los días en los que los vecinos han visitado la cárcel, como Antonio Gallardo y Mari Carmen Gallego, que esperan que el tiempo pase y se demuestre que la cárcel es algo bueno para el futuro del pueblo que les ha visto crecer. «Hace no muchos años esto era tierra de olivos donde nos hemos criado, ahora hay una cárcel que jamás imaginábamos que iba a ser tan grande», cuentan.

Más de 100.000 metros cuadrados de terreno han sido necesarios para crear esta nueva prisión que se convierte en una de las más modernas de España y que necesita de mucho para funcionar. «Desde que se nombró la directora del centro se reunieron con la asociación de comerciantes y empresarios para ver qué puede suministrarse desde el municipio, y en ello están, esto no ha hecho más que empezar», asegura la alcaldesa.

Así, un grupo de comerciantes de la localidad incluso visitaron hace unos meses la cárcel de Alhaurín de la Torre y Albolote para hablar con sus administradores y ver cómo podrían participar de las necesidades de la prisión. «Ya se han hecho algunas colaboraciones con comercios locales, por ejemplo, el pan irá desde Archidona porque son pocos presos para poner en marcha la panadería del centro», explica Jerónimo González, dueño de una asesoría local. Del mismo modo, Jerónimo, como otros muchos vecinos, ha podido alquilar un piso que tenía en Archidona. Las inmobiliarias de la zona han visto como la demanda de alquileres se ha multiplicado para acoger a los más de 300 funcionarios que trabajarán en el centro. La seguridad es algo que preocupa también a los vecinos, y por ello seguirán pidiendo que aumenten los efectivos de la Guardia Civil, actualmente hay trece. Asimismo, piden el arreglo de la carretera que conecta Archidona con la cárcel.

La jornada de puertas abiertas ha servido además para quitar el concepto de prisión que muchos vecinos tenían. Guillermo Muriel, un joven archidonés, asegura que no tiene nada que ver con las películas parece más bien una residencia. «Las instalaciones deportivas son de primera calidad y las habitaciones las esperaba más incómodas, me tumbé en un colchón y he visto albergues peores, no sé si es demasiado lujo o no», asegura Muriel que reconoce que su ubicación dará trabajo directa o indirectamente a la zona y que, una vez que la ves, «te das cuenta de que la seguridad es máxima».

La cárcel cuenta con doce módulos residenciales y varias zonas comunes para actividades. Espacios que en unas dos semanas comenzarán a funcionar con la llegada de los primeros presos, será cuando Archidona comenzará a ver si la que ya es su cárcel es sinónimo de privación de libertad para los que la habitan, pero de oportunidad para los que la acogen en su territorio.

María del Carmen GallegoVecina

"Las instalaciones de la cárcel están mejor que un hotel, pero tener algo así cerca no le gusta a nadie, lo único que esperamos los vecinos del pueblo es que ya que lo hemos aceptado, traiga cosas buenas para todos, con el tiempo se vera".

Jerónimo GonzálezEmpresario

"Un grupo de empresarios nos interesamos por cómo funcionaban otras cárceles del entorno y las visitamos para ver cómo podíamos colaborar para dar suministro desde el pueblo, y ya hay cerrados algunos acuerdos con empresas locales".

Guillermo MurielEstudiante

"Conocer la cárcel acaba con la idea que teníamos de las películas es, en muchas ocasiones, muy parecido a una residencia o albergue, una pequeña ciudad que tiene de todo y yo creo que, directa o indirectamente, dará trabajo a la zona".