El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, destacó ayer que la eficacia demostrada por los trabajos de prospección y vigilancia contra la Xylella fastidiosa es «el mejor mensaje de calma en la lucha contra esta bacteria». Pese a ello, la Junta de Andalucía ya ha reservado hasta 3,3 millones de euros tanto para estrategias de erradicación como para prestar ayuda a los agricultores en lo referido a hacer frente impacto de la aplicación de las medidas fitosanitarias obligatorias.

Así lo puso de manifiesto el responsable del Gobierno andaluz durante su comparecencia en comisión parlamentaria, en la que subrayó que la detección en tres plantas ornamentales en un vivero de El Ejido (Almería) tuvo lugar en un espacio confinado, completamente protegido frente a la entrada de insectos vectores. Se trata, expuso, de un «caso aislado», tal y como lo certifica el hecho de que no se haya encontrado rastro de la bacteria en los alrededores.

En este caso, recordó Sánchez Haro, se tomaron, en primera instancia, 46 muestras en el vivero de las que, tras su estudio en el Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Almería, sólo tres fueron positivas.

Ante esta situación, se procedió de manera inmediata a su envío al Laboratorio Nacional de Referencia, con sede en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), para su confirmación. Se realizaron 356 nuevas muestras, todas con resultado negativo, y se buscaron posibles insectos vectores de la enfermedad sin que se encontrara ninguno.

De igual modo, tal y como apuntó el consejero, se inició un proceso de prospección intensiva, en un radio de 100 metros alrededor del vivero, con la localización y toma de muestras en especies sensibles como el almendro, «con resultado negativo», y se capturaron dos individuos vectores, también sin presencia alguna de la Xylella.

Junto a ello, también se procedió a la inmovilización de todo el material vegetal de la instalación como medida cautelar y se llevó a cabo un análisis documental para conocer la trazabilidad que, según confirmó Rodrigo Sánchez, sitúa el origen fuera de las fronteras nacionales.

El titular de Agricultura aseveró además que «no hay motivo para la alarma», en la medida en que «estamos en las mejores manos. Contamos con los mejores expertos en Xylella, con los medios humanos y materiales necesarios, con unos sistemas de control y detección de la bacteria eficaces y con unos laboratorios de diagnóstico del más alto nivel».

En este sentido, informó de que se trabaja conjuntamente con el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente en la preparación de una justificación técnica sólida que permita acogerse al punto 6 del artículo 4 de la Decisión comunitaria 2015/789, que contempla la posibilidad de que no se proceda inmediatamente al establecimiento de una Zona Demarcada. Esto permitiría no tener que eliminar todos los vegetales que puedan hospedar a la bacteria en un radio de 100 metros, procediéndose a cambio a una vigilancia intensiva en el radio de un kilómetro durante dos años.