De manera implacable, el presidente de honor del PP y presidente de la Fundación FAES del Partido Popular, José María Aznar, lanzó este miércoles un venablo extraordinariamente severo contra el liderazgo de Mariano Rajoy, su sucesor, llegado a esta condición por designación del propio Aznar. Empleando la televisión autonómica de su amiga Esperanza Aguirre, Tele Espe, como suelen llamarla, Aznar arremetió contra este actual PP, del que dijo que lo que le deja más perplejo son las manifestaciones de que la formación tendrá que marcar distancias con su pasado. "Querer romper con los dos únicos triunfos que el centro derecha ha tenido en la historia democrática española significa no tener las ideas muy claras". Se refería Aznar a las dos legislaturas en las que él mismo y el PP gobernaron, entre 1996 y 2004. Y por si alguien no se enteraba de hacia dónde se dirigían sus ataques, aún los concretó más Aznar, al comparar la actual situación actual con la que él mismo vivió cuando llegó a liderarlo, en tiempos de Hernández Mancha. No había ninguna duda sobre sus propios méritos de eficaz revulsivo del partido tras una etapa convulsa e incapaz de discutirle el poder al PSOE de González. "Las renovaciones se hacen por adicción, y no por extinción", llegó a decir Aznar, en probable referencia a la marcha del PP de María San Gil y Ortega Lara. Se quejó Aznar a continuación de la retirada de primera línea del partido de personas que, con 49 años, han demostrado tener una experiencia y a quienes ahora se les pretende jubilar. "Uno tiene que tener una gran capacidad de integración y ser capaz de sumar muchas voluntades, tener las ideas muy claras, tener mensajes efectivos y jugar con los mejores". Todos méritos propios y deméritos del sucesor Rajoy.

También criticó al Gobierno socialista de Zapatero y su negociación con la banda ETA. Recordó, asimismo, los diez años que se acaban de cumplir del asesinato de Miguel Ángel Blanco, y sus ocho años de gobierno, en los que dijo que España había alcanzado niveles de influencia internacional nunca vistos, en referencia a su amistad con Bush y al apoyo en la invasión de Irak, que Bush forzó. Y se queja de que la izquierda culpabilizara a su gobierno del atentado de los trenes de cercanías: "Usted es el culpable, no los terroristas", vino a decir esa izquierda decidida a relevar al PP del poder. "Cuando algunos hablan de utilización política del terrorismo es para llorar", concluye.

Entre tanto, la crisis del PP sigue aumentando: el sector de María San Gil registra su tercera dimisión ante el congreso del PP vasco que da comienzo este viernes en Bilbao. Los tres han dimitido en solidaridad con San Gil y por discrepancias con el rumbo que está tomando el partido. Será preciso prestar atención a este nuevo congreso controvertido, el tercero ya, que desarrolla el PP tras el congreso nacional valenciano. Escándalo probable en Bilbao, tras las tensiones de Barcelona y de Mallorca...