Hay en la frase con la que Zapatero cerró el congreso del PSOE -"conviene que consumáis"- una maldad de cuya seducción hay que librarse. La frase exhibe una distancia ideológica, herencia de la vieja soberbia doctrinaria. Es como si dijera: "de acuerdo con nuestros principios no deberíamos caer en el consumo desmedido, pero en estos momentos hay que evitar que el consumo decaiga". Es la misma soberbia de los dirigentes del Partido Comunista de China, cuando emiten la consigna de hacerse ricos. Como si esas dos pasiones -hacerse ricos, consumir- fueran instrumentales, manejables a voluntad, y dejaran intacto el cuerpo de doctrina. El ministro Sebastián quiere reducir un 10% el consumo de energía, porque la factura nos arruina, y el Presidente Zapatero nos invita a consumir, para evitar la ruina. Difícil mejor síntesis de la contradicción principal del sistema.