Desde el inolvidable peripato, no había alcanzado una pregunta de examen tanta celebridad en España hasta que llegó la calesa. ¿A qué velocidad circula una calesa?, preguntaron la semana pasada en la oposición a profesor de autoescuela. También formularon otras varias cuestiones de similar tinte hiperrealista, provocando al cabo un real problema: los candidatos, que no cultivan ellos ningún sentido artístico del humor cuando se están jugando los garbanzos, solicitan la anulación de las pruebas, y hasta el director general de Tráfico, que él sí derrama a menudo muestras de un sentido del humor intrépido, se ha mostrado sorprendido y cauto. Si al final decide anular el examen, Pere Navarro demostrará además un sentido común imprescindible en quienes nos gobiernan.

Tal vez actúen estimulados por la cercanía plomiza de las vacaciones, pero las últimas declaraciones de algunos gobernantes de peso invitan al optimismo. De no estar escaldados nosotros, diríamos incluso que ellos están entrando en razón. Raúl Castro ha anunciado en Cuba que revisará los salarios, eliminará gratuidades y subsidios "indebidos" y repartirá tierras en usufructo a quien las cultive. No es probable que el dictador caribeño comience por suprimir las numerosas prebendas indebidas de que goza la cúpula militar revolucionaria frente al pueblo mísero, pero algo es algo. George Bush, por su parte, aceptó en la cumbre japonesa del Grupo de los Ocho, por vez primera, que Estados Unidos reduzca al menos a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí al año 2050. Largo lo fía en caso de que alguien se fíe, pero menos es nada. Tras semejante invitación al optimismo mundial, fue a pegarse la gran comilona en compañía de los Siete países restantes que estudian cómo paliar las hambrunas en el mundo.

A tenor de lo siempre y en todas partes visto, eso de aplicarse uno los parches debe de ser complicadísimo para un dirigente como el poder manda. Según el sociómetro elaborado por el propio gobierno vasco, sólo el 26 por ciento de los votantes del PNV está a favor de la independencia de Euskadi, pero Ibarretxe no se da por aludido, y ya va por su segundo o tercer plan. Qué plan. Juan Carlos Mestre, poeta predilecto, escribe en su último libro: "Tengo razones para sostener que la verdad anda zascandileando como un canguro que ha extraviado a sus crías". Aquí vamos encontrando, no obstante el poeta, la verdad: el gobernador del Banco de España declara que la actual crisis va a ser "larga, intensa y costosa". O sea, larga y dura. Y el presidente de Caja Madrid va más allá, avisando de que "la morosidad no es venga, sino que ya galopa", pero quizás se esté dejando contagiar por los sanfermines: las vacas del pueblo ya se han escapao. Pobres de nosotros.