A partir de ahora va a decir la verdad. Me refiero a Roca, José Luis Roca, a quien el sintagma ´cerebro de la trama de corrupción de Marbella´ se le pegó con fuerza desde aquellos primeros días de la ´Operación Malaya´ y ya no se le despegará nunca jamás.

Pues eso, a lo que iba, que ahora dice que va a contar la verdad, toda la verdad, aún a riesgo de que ello le perjudique "y en contra de los consejos de mi abogado". ¿Estará diciendo la verdad? Quiero decir, que si cuando dice que va a decir la verdad está realmente diciendo la verdad. Es que con este tipo de gente nunca sabe uno a qué atenerse.

A todos, bueno, a casi todos, nos vendría muy bien saber esa verdad tan predicada y, por lo visto (si nos creemos el anuncio hecho el miércoles en Granada, durante el juicio por cohecho que se sigue contra él, el juez Urquía y un empresario) tan esquiva hasta el momento. No estaría de más saber, exactamente, qué papel jugaron todos los actores de la archifamosa trama marbellí, cuál es la verdadera implicación de cada uno de ellos, cómo se gestaron aquellos acuerdos para la moción de censura, quién los preparó, quién puso (si se puso) el dinero necesario para comprar voluntades, cerrar bocas, desviar miradas.

Naturalmente que queremos saber la verdad, pero en estas cosas no conviene engañarse. La verdad es un concepto demasiado rotundo, demasiado absoluto, como para que nos quepa en la cabeza. No existe ´la verdad´, así, categóricamente, y no debemos, por tanto, empeñarnos en buscarla, y menos en casos como este, con tantas aristas.

Pero supongo que José Luis Roca no se refiere al concepto filosófico de la verdad, ni siquiera al religioso (aquello del evangelio de San Juan de "la verdad os hará libres" tomado al pie de la letra), sino más bien a eso mundano, habitual, consuetudinario que llamamos verdad. O sea, que va a tirar de la manta. Hasta ahí quería yo llegar.

Eso sí será digno de escuchar. Siempre hemos tenido la sospecha de que todo esto de la ´Operación Malaya´ llegaba más allá de lo que habíamos podido ver, que las raíces se extendían largas, pero no habían salido a la luz. ¿Saldrán ahora? ¿Por qué? Roca no es tan tonto como para hablar aún a riesgo de perjudicarse si no tiene un buen motivo, y desconfío de un súbito brote de santidad. ¿Venganza? De momento, la cosa tiene pinta de sonar a advertencia, incluso a amenaza. Parece estar diciendo: "No juguéis conmigo, que puedo hacer mucho daño". La verdad de Roca puede ser muy dañina para algunos, y es posiblemente su mayor riqueza en estos momentos. No creo que vaya a dilapidarla así, sin más, salvo que tenga una buena razón. Más que un anuncio, a mí me parece un verdadero aviso.