Los datos publicados ayer por el Ministerio de Trabajo relativos al comportamiento del paro registrado en mayo ofrecen una tregua. El número de desempleados registrados bajó en casi 24.800 personas y lo hace después de 14 meses consecutivos de subidas. Además, descendió en todas las comunidades autónomas y en ambos sexos. Los sectores que han liderado esta caída del paro han sido la construcción y los servicios. El total oficial de parados afecta a algo más de 3.620.000 personas.

Hasta aquí la fría estadística. Pero los datos de Trabajo aportan otros matices que hacen que no podamos ya echar las campanas al vuelo ni mucho menos. Por ejemplo, mayo es un mes que ya entra de lleno en la temporada turística, así que conviene saber que si desestacionalizamos los datos con las técnicas que utiliza el Ministerio de Economía en sus indicadores sintéticos de actividad, el número de parados se elevó en mayo a 88.594.

Por otro lado, hay que contar –y Trabajo nunca lo hace– como parados a los llamados Denos (otro no ocupados demandantes de empleo y en cursos de formación) y que son nada menos que 265.948 que hay que sumar a los 3.620.000. Es decir que estaríamos hablando en datos desestacionalizados de prácticamente cuatro millones de parados. Por supuesto, hay que contar que este mes de mayo seguramente la mayor parte de los desempleados que han abandonado el INEM son los puestos de trabajo creados al calor del Plan de Inversión Local, el famoso fondo de 8.000 millones de euros que nos hemos gastado en realizar obras-obritas por todos los ayuntamientos de España. Unos puestos de trabajo que como han entrado en el mundo laboral irán saliendo según vayan acabando las obras para las que han sido contratados. Y, en todo caso, queda claro que si ya la mayoría de los trabajos están en marcha sus efectos reales sobre el número total de desempleados es bastante reducido a pesar de la millonaria dotación del fondo. Muchos venimos diciendo que esos puestos de trabajo son pan para hoy y hambre para mañana, absolutamente temporales, que sin duda va a paliar alguna situación personal determinada, pero que de ninguna forma ataca el drama del paro en nuestro país.

En cuanto a la Seguridad Social, mayo también ha dado datos positivos al ganar casi 69.500 cotizantes. A tener en cuenta la caída en el régimen de autónomos que ha perdido otros casi 6.600 afiliados. El lunes, precisamente ATA aseguraba que esta crisis se va a llevar por delante a más de 500.000 autónomos, colectivo para el que el Gobierno no termina de adoptar medidas claras que les permitan sobrevivir.