El sábado fue un día de emociones encontradas. Hasta los que sólo somos seguidores a ratos del deporte nacional, el fútbol, estuvimos durante más de dos horas pegados a la radio y a la televisión siguiendo los partidos de la liga como quien no tiene otra cosa mejor que hacer. Y al final de la jornada, resulta que el Málaga, nuestro primer equipo, está a punto de bajar de categoría, de ser relegado a Segunda, condenado a dar un paso atrás en esos objetivos ambiciosos que nos hemos marcado en los últimos meses. Dicen los entendidos en este deporte que la cosa está regular, pero que no todo perdido, que aún queda un último cartucho, que no estaría de más conjurar a la suerte o confiar en los milagros. El equipo se juega estar el próximo año entre los mejores jugando el último partido en casa, pero lo hará ante un Madrid enfurecido porque se le escapa el único título que podría conseguir esta temporada. Si los blancos salen con la rabia de la que han hecho gala en sus últimos partidos, no habrá muchas opciones para los de casa. Pero no todo depende de lo que pase en La Rosaleda el próximo fin de semana, ya que otros cuatro equipos se encuentran en una situación similar a la del Málaga. Y las carambolas y combinaciones son inacabables. El equipo malagueño está condenado a lograr la victoria ante el todopoderoso Madrid de Ronaldo y que el Racing o el Valladolid, otros dos firmes aspirantes al descenso, pierdan sus encuentros. En estos casos se antoja más factible la derrota del Valladolid, que jugará ante el Barcelona, mientras que el Racing peleará con un conjunto, el Sporting, que no se juega nada. Junto a ellos, encaminados al descenso están también el Tenerife y Xerez, este último colista pero aún con opciones. Ambos se medirán con dos equipos que ya no necesitan para nada los puntos, Valencia y Osasuna. La salvación de unos y la desgracia de otros podría depender de los dobles, triples, cuádruples e incluso quíntuples empates a puntos que se puedan producir. En este último caso, el peor de los escenarios posibles, el Málaga bajaría junto al Tenerife y Valladolid, ya que el balance de resultados entre los cinco equipos, de los puntos sumados en los partidos celebrados entre ellos esta temporada, perjudica al conjunto malaguista. En cualquier caso queda una semana para mentalizarse de que lo último es rendirse. Cinco ciudades están pendientes de un golpe de suerte, de noventa minutos de racha, y se aferrarán a unos colores más que nunca. Hasta que vengan épocas mejores. Cruzaremos los dedos para que en el idus de mayo Ronaldo se pase el rato cogiendo alúas y nos deje tranquilos. Suerte, Málaga.