Por fin un dato bueno, el mejor mayo en cinco años tal como destaca el Gobierno; un grano de arena, pero, de granos de arena se hacen las playas (y los desiertos, me corregirá alguien, también con razón, pero si lamentamos cada subida celebremos cada bajada). El número de parados registrados en las listas del INEM ha bajado en 76.223 el mes pasado, y es la segunda bajada consecutiva del año, la mayor desde 2005 en un mes de mayo. ¿Aires de cambio? No, ese es el problema, qué más quisiéramos. Se nos ha hecho muy tarde y ahora toca purgar. Todo viene del mismo mal, el tancredismo ante la crisis de este presidente... y de este Gobierno, de Zapatero como principal responsable pero también de sus complacientes ministros.

La coincidencia de los expertos es general y continuada, instituciones, economistas, analistas políticos, la gran prensa internacional... Si el Gobierno español hubiera empezado antes a combatir el déficit, ahora no tendría que parar aun más la economía con curas de caballo como esos recortes que nos ha impuesto Europa y que afectan al consumo y a la inversión además de a los viejecitos y a los funcionarios –el decretazo recién revalidado en el Congreso– las subidas de impuestos en serio que inevitablemente seguirán a la retórica placebo de las subidas a los ricos, o la reforma laboral por las malas que se adivina

La situación del empleo en nuestro país, el mayor problema de los ciudadanos, es mala sin paliativos y los pronósticos especialmente sombríos en gran parte por la resistencia de Zapatero a aceptar la mera existencia del mal y actuar en consecuencia, en connivencia y con la complicidad de sus vicepresidentes económicos de calla y otorga. De Elena Salgado, perfecta en el desairado papel de «angelita si señor» que calla y sonríe, y antes de Solbes, don Pedro, que sabiendo a ciencia cierta que íbamos al despeñadero: como él mismo acaba de acreditar al decir ahora en Pekín (¡ahora!) que aunque es verdad que la crisis empezó en 2008 «la tesis que se impuso no fue la de actuar rápidamente, como algunos queríamos» (sic, que cinismo, amigo)... otorgó sin más «ay» que algún pellizco de monja, y que durante todo su mandato facilitó las cerillas de su prestigio profesional al presidente pirómano. El paro español dobla y hunde en la miseria la media de la Unión Europea tal como muestran los eurodatos que se hicieron públicos el lunes... por esto, y por estos. Por él, el presidente. Pero también por quienes como Solbes o Salgado llevan riéndole las gracias desde 2008... a sueldo de nuestros impuestos.