Vamos a aplastar a los holandeses sin piedad porque somos los mejores del mundo. Este no es un artículo sobre fútbol, o sí, pero la primera frase es una buena manera en un día como hoy de captar su atención. Y de no dar el coñazo y parecer un marciano. Porque sabemos que en este domingo para la posteridad todo es secundario si se compara con la gran cita de Sudáfrica. Y sabemos que lo esencial es revisar la nevera y la despensa, una vez más, y siendo domingo como es, con casi todo cerrado, por si están en su sitio las patatas, los cacahuetes, la cerveza, el jamón y los ganchitos.

En días como hoy ni los ganchitos engordan porque el alma, el cuerpo, el estómago y el cerebro para lo que están es para digerir como si fuera gloria bendita la gran alegría que con técnica y suerte pueden darnos hoy los chicos de Del Bosque. Puede que mañana sea para España el lunes más feliz de cuantos se recuerdan. Ni contemplamos la posibilidad de evaluar qué clase de lunes decepcionante, doblemente lunes por tanto, puede llegar a ser si los tulipanes vencieran. Pero dará igual. No se hablará de otra cosa. Hasta con derrota española nuestro papel en el mundial habrá sido memorable.

Puede que en otro tiempo el fútbol fuera el opio del pueblo. Hoy es el analgésico. El anti depresivo. El euforizante incluso. Hasta un 0,5 por ciento puede aumentar el Producto Interior Bruto de un país según los expertos (¿hay expertos en esto?) que uno tiene leído y oído en los días precedentes. Los chicos de Del Bosque tal vez se traigan para casa revitalizante para un país atorrado por el calor, azotado por el desempleo, plagado de pesimistas, veteado de agoreros, ´full´ de estadísticas económicas desmoralizantes y en vísperas del debate sobre el Estado de la Nación más devaluado por mor de la desafección política que se recuerda en tiempos de democracia parlamentaria.

Algo (el desprecio por los políticos) que, por cierto, dice mucho (malo) de este país porque seguramente Franco sacaría en los setenta mejor valoración de la que ahora tienen Zapatero o Mariano Rajoy si es que por aquel entonces hubiera un CIS y un CIS con cojones de preguntarlo y publicarlo luego. Por eso le alegra a uno también La Roja y lo que representa, un equipo no un sólo führer. Una mezcla no una grande y libre, un presente no una unidad de destino en lo universal. Plural, no mesetaria ni capitalina. Abierta y creativa no autárquica. Vertebrada por el multicolor azul, blanco, grana, rojo, amarillo y no por el blanco por decreto.

Asegúrense de que tienen viandas suficientes, elijan bien la compañía y no se preocupen de lo que se tenga que preocupar. Ya llegará el martes. Y es probable que no vivamos un domingo como este. No es un ejercicio de procrastinación, es un ejercicio debido a la vida y las circunstancias.

Además, lo del Plan General de Ordenación Urbana de Málaga ya está solucionado y sin escollos políticos casi y el pleno que lo debata, dentro de poco, será más de trámite de lo que se esperaba. Lo sacamos a colación porque sabemos lo mucho que le preocupaba…