El plan especial del Puerto ha tenido de siempre sus críticas, que son, en teoría, saludables para lograr un mejor proyecto. Aunque la insensatez del alcalde de Málaga de retractarse a estas alturas ha desvelado su flaqueza, que será diana para la próxima campaña electoral.

Hay un dicho inglés muy utilizado que reza lo siguiente: «Damn if you do, damn if you don´t», o lo que es lo mismo, «estás condenado hagas lo que hagas». Creo que, de alguna forma, esto es uno de los pilares de la política en general. La oposición siempre le va a saltar a la yugular al gobernante de turno, sea del color que sea, porque de eso va el juego. No importa que estemos delante del mejor proyecto del universo, que se haya encontrado la fórmula para lograr la paz mundial... siempre habrá alguien que se oponga. Y eso es sanísimo, porque al final del capítulo, al menos en teoría, la sociedad tendrá un avance mayúsculo, un plan por el que habrá merecido la pena pelear. ¿Alguien pensó por un momento que el plan especial del Puerto pasaría de rositas? ¿con palmaditas en la espalda del alcalde? Por supuesto que iba a haber batalla, aunque la insensatez de Francisco de la Torre de retractarse es el equivalente a un harakiri fuera de lugar, totalmente innecesario. Un harakiri que le puede costar las municipales del año que viene, por mucho que el PP arremeta contra Enrique Linde y su reacción y ahora el Ayuntamiento quiera silenciar el asunto pidiendo tiempo para la «reflexión». ¿Reflexión? Como sigamos reflexionando, para cuando esté el proyecto del Puerto nos desplazaremos en naves espaciales, o nos teletransportaremos, que la teletransportación cuántica ya es una realidad...

Yo reflexiono que quizás el alcalde está agotado porque los malagueños nos quejamos por todo. Pienso que querer volver al plan del 2004 es un acto de indecisión y, por qué no decirlo, de cobardía. Medito que no ha tenido fuerzas para aguantar el chaparrón por una idea elucubrada en su misma cabeza. ¿Privatizamos el Puerto? Pues hasta el final, con dos narices. Razono que, mientras se arrepiente de lo que ha propuesto, María Gámez no cesa de hacerse fotos y aparecer en todos los actos públicos logrando casi la omnipresencia. Discurro que le está poniendo las elecciones en bandeja de plata, porque el fracaso del Puerto será una de las bombas que el PSOE e IU tiren contra el alcalde en campaña. Opino que De la Torre por fin ha desvelado su flaqueza. Y lamento que, por una guerra política y por falta de decisión del dirigente, los malagueños no vean todavía el Puerto conectado al centro de la ciudad.